El pasado lunes 18 de noviembre, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, anunció la detención de 11 individuos relacionados con la explosión ocurrida en el Complejo Operativo Muscar de Petróleos de Venezuela (PDVSA), situado en el estado Monagas. Este complejo es crucial, ya que distribuye el 80% del gas del país.
Rodríguez indicó que la explosión, que tuvo lugar el 11 de noviembre, fue resultado de una "maniobra dolosa de corrida de herramienta" llevada a cabo por una empresa externa a PDVSA, con la complicidad de "cómplices internos" ya identificados. La funcionaria describió el incidente como una "explosión a gran escala" que tuvo consecuencias graves, dejando a cinco trabajadores heridos.
Pérdida de materia prima
La vicepresidenta subrayó que este ataque afecta directamente la producción de materias primas vitales para las termoeléctricas, así como para la industria petrolera, petroquímica y otras empresas básicas, comprometiendo el Sistema Eléctrico del oriente del país. Además, enfatizó la importancia del Complejo Muscar, comparándolo con el Embalse de Guri en términos de su papel como distribuidor de energía eléctrica.
Posible sospechoso
En su alocución, Rodríguez también mencionó a un ciudadano extranjero que abandonó el país el mismo día de la explosión y que es buscado por las autoridades. Este hecho se suma a una serie de ataques recientes en instalaciones petroleras del país, que según Rodríguez, son perpetrados por "extremistas anti venezolanos" en complicidad con "bandas internas".
Pérdidas económicas
La vicepresidenta denunció un ataque con granadas en un campo de producción petrolera en Zulia y alertó sobre un incendio en el mejorador de Petrocedeño, lo que buscaba dejar sin diésel y gasolina al oriente venezolano. Estos eventos han generado pérdidas económicas significativas, estimadas en 246,9 millones de dólares, afectando diversas industrias y sectores del país.