El ciclón Daniel llegó al territorio de Libia, el pasado domingo 10 de septiembre, con vientos de al menos 180 kilómetros por hora, además, lluvias de 250 milímetros de agua por hora, acompañadas de descargas eléctricas. Su desplazamiento por el país ubicado al norte de África, dejó grandes secuelas y causó conmoción.
Hasta el momento, se conoce que al menos 10.000 personas se encuentran desaparecidas y posiblemente, han fallecido 2.400 ciudadanos.
Por su parte, Tamer Ramadan, delegado de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR) comparó la situación con el desastre ocasionado por terremoto de Marruecos. "Estamos haciendo todo lo que podemos para dar primeros auxilios, evacuar heridos, ofrecer apoyo psicosocial y otros servicios humanitarios, pero las necesidades son gigantescas y superan por mucho la capacidad de la Media Luna Roja Libia y del propio gobierno".
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Mientras que, la Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestó que el ciclón fue totalmente devastador y, enviarán un cargamento de cuarenta toneladas de ayuda en la zona vulnerada. Cabe destacar que la tormenta Daniel, produjo consecuencias épicas tales como: graves inundaciones en diferentes ciudades, represas y puentes afectados y, más de 2.000 personas desplazadas. Las zonas más afectadas por la depresión tropical incluyen regiones de Bengasi, Al Marj, Al Bayda, Shahat, Derna y Tobruk.
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Por último, las autoridades del Libia solicitaron apoyo a la comunidad internacional, a fin de contrarrestar los daños e iniciar las labores de búsqueda y rescate de los desaparecidos.
