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El 20 de agosto marcó el inicio de los vuelos de repatriación financiados por Estados Unidos, destinados a migrantes que han cruzado la selva del Darién. Este esfuerzo, enmarcado en un acuerdo con Panamá, busca devolver a los migrantes a sus países de origen, con el primer vuelo dirigido a Colombia.
El vuelo inaugural partió desde el Aeropuerto Marcos A. Gelabert en Ciudad de Panamá, conocido también como la terminal de Albrook. Aproximadamente 30 ciudadanos colombianos, la mayoría jóvenes con antecedentes penales, fueron trasladados en el vuelo. La aeronave despegó poco después de las 06:00 hora local (11:00 GMT) con destino a Medellín, Colombia.
Este acuerdo, firmado el 1 de julio, responde a la crisis migratoria en la región del Darién, una selva fronteriza con Colombia que ha visto el paso de más de 225,000 migrantes este año, según datos de Panamá. El objetivo del convenio es facilitar el regreso ordenado de estos migrantes a sus países de origen y reducir la presión en la región fronteriza.
El apoyo económico proporcionado por EEUU para este programa de repatriación está valorado en seis millones de dólares. Este financiamiento cubre los gastos asociados con los vuelos y otros aspectos logísticos, permitiendo que Panamá ejecute el plan sin incurrir en costos adicionales. El presidente panameño, José Raúl Mulino, destacó que este apoyo externo es fundamental para abordar la crisis sin afectar el presupuesto nacional.
Los vuelos de repatriación son una medida clave para gestionar el alto número de migrantes que atraviesan el Darién. Estos vuelos no solo buscan devolver a los migrantes a sus países de origen, sino también reducir el tráfico migratorio irregular y mejorar la seguridad en la región. La operación es una parte importante de los esfuerzos para manejar la crisis migratoria de manera efectiva.
