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El paso del huracán Ernesto por Puerto Rico ha dejado a cientos de miles de residentes sin electricidad. El miércoles, los vientos y lluvias intensos provocaron cortes en el suministro eléctrico que afectaron a más de 630,000 usuarios, lo que representa aproximadamente el 44% de los clientes de Luma Energy, la empresa encargada de la distribución de energía en la isla. Este incidente ha puesto en evidencia la vulnerabilidad del sistema eléctrico puertorriqueño ante eventos climáticos severos.
Antes del huracán, Juan Saca, presidente de Luma Energy, había advertido sobre la probabilidad de cortes eléctricos. La empresa había preparado a sus cuadrillas para iniciar las reparaciones tan pronto como las condiciones lo permitieran, priorizando la seguridad en el proceso de restauración del servicio. A pesar de estos preparativos, el impacto del huracán ha sido tan significativo que la restauración del servicio eléctrico se ha visto comprometida por la magnitud del daño.
La situación actual recuerda la devastación causada por el huracán María en 2017, que dejó a toda la isla sin electricidad durante un prolongado periodo. El huracán María expuso las graves deficiencias de la red eléctrica de Puerto Rico, que aún no ha sido completamente modernizada. La experiencia de María subrayó la necesidad urgente de una infraestructura eléctrica más confiable y eficiente.
La red eléctrica de Puerto Rico ha enfrentado problemas persistentes a lo largo de los años, como equipos obsoletos, falta de mantenimiento y problemas de gestión. En 2021, Luma Energy asumió la responsabilidad de la transmisión y distribución de electricidad, mientras que la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico (PREPA) sigue a cargo de la generación de energía. No obstante, la situación actual revela que la modernización del sistema es aún un desafío crucial.
La respuesta a la emergencia provocada por el huracán Ernesto ha puesto a prueba la capacidad de Luma Energy y de las autoridades locales para manejar la crisis. Las cuadrillas de reparación están trabajando arduamente en condiciones difíciles para restaurar el suministro eléctrico. La coordinación entre las diferentes entidades es esencial para minimizar el tiempo de recuperación y garantizar que se restablezca el servicio de manera eficiente.
