Pese a las solicitudes de la comunidad internacional, Israel se ha negado a dejar ingresar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. Esto ocurre en medio de los constantes ataques con misiles y bombardeos realizados por las fuerzas israelíes en la zona.
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De acuerdo con medios locales, los hospitales de la Franja de Gaza se encuentran a su máxima capacidad atendiendo los miles de heridos que han dejado los ataques. Las autoridades palestinas han advertido que la situación humanitaria es crítica y que existe un riesgo inminente de una crisis alimentaria.
Esta situación se produce luego de que la propia Israel ordenó la suspensión del suministro eléctrico, de agua y alimentos a la Franja de Gaza previo al despliegue del ejército.
“Nos preocupan los brotes de enfermedades debido al desplazamiento masivo y la escasez de agua y saneamiento. Hace falta agua para garantizar las condiciones higiénicas en las alas de pacientes ingresados, en salas de operaciones y unidades de urgencias. Es esencial para la prevención de infecciones asociadas a hospitales y para la prevención de brotes en los hospitales”, alertaron desde la Organización Mundial de la Salud, organismo que viene monitoreando la situación.