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La gripe aviar es una enfermedad causada por los virus de la influenza A, que afecta principalmente a aves silvestres y domésticas. Sin embargo, estas cepas también pueden mutar, propagándose a otros animales y eventualmente a humanos. Desde mayo de 2024, se han registrado brotes del virus H5N1 en aves de corral y vacas lecheras en Estados Unidos, afectando incluso a trabajadores del sector agrícola.
El primer brote documentado de gripe aviar en humanos ocurrió en Hong Kong en 1997, relacionado con aves infectadas. Desde entonces, esta enfermedad ha impactado a diversos países en Asia, África y Europa, causando complicaciones graves en algunos pacientes.
Los síntomas en humanos pueden variar según la cepa, pero suelen incluir fiebre alta, tos, dolores musculares y dificultad para respirar. En algunos casos, también se presentan conjuntivitis y diarrea. Para confirmar la infección, los médicos recurren a pruebas específicas como la RT-PCR, radiografías de tórax y análisis de sangre. Es fundamental informar al personal médico sobre posibles exposiciones antes de una consulta para evitar la propagación del virus.
El tratamiento incluye el uso de antivirales como oseltamivir (Tamiflu) o zanamivir (Relenza), que son más efectivos si se administran en las primeras 48 horas de síntomas. Además, las personas en contacto cercano con infectados pueden recibir estos medicamentos como medida preventiva. Sin embargo, el virus ha mostrado resistencia a ciertos antivirales como la amantadina, por lo que su uso está desaconsejado. En casos graves, los pacientes pueden requerir hospitalización y soporte respiratorio.
Prevención
La prevención es esencial para contener la gripe aviar. Algunas recomendaciones incluyen:
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Evitar el contacto con aves silvestres o enfermas.
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Usar equipo de protección al trabajar con animales infectados.
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Cocinar adecuadamente carnes y productos derivados de aves y ganado.
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Aplicarse la vacuna contra la gripe estacional, que reduce el riesgo de coinfecciones peligrosas.
Además, los viajeros deben evitar mercados de aves vivas y granjas en países con brotes activos.
Estado de Emergencia en California
En respuesta al brote, el gobernador de California, Gavin Newsom, declaró el estado de emergencia para garantizar recursos y flexibilidad en la gestión del problema. Esta medida es preventiva, ya que el estado lidera la producción y distribución de leche en el país, lo que aumenta el riesgo de propagación.