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El próximo 28 de julio, Venezuela se encuentra al borde de unas elecciones presidenciales que podrían definir su futuro. Nicolás Maduro aspira a mantenerse en el poder, enfrentándose a una serie de candidatos opositores en un escenario político complicado por las tensiones internas y los cambios en las relaciones internacionales. En medio de este contexto, es crucial entender que los venezolanos que residen en Estados Unidos no podrán votar.
Más de 21 millones de venezolanos han sido llamados a participar en estas elecciones, incluyendo aproximadamente 70.000 que viven en el extranjero. Sin embargo, la numerosa comunidad venezolana en Estados Unidos, que cuenta con cerca de 640.000 personas, según el Pew Research Center, se encuentra con serias dificultades para ejercer su derecho al voto debido a la falta de representación consular.
Desde 2019, los venezolanos en Estados Unidos han quedado sin servicios consulares, resultado de una serie de eventos diplomáticos. Esta ausencia no solo impide su participación en las elecciones presidenciales, sino que también los ha marginado de otros procesos electorales, como las parlamentarias de 2020 y las regionales de 2021. Este vacío institucional ha dejado a muchos venezolanos sin voz en el destino político de su país.
Las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos han tenido cambios significativos en los últimos años. Durante la administración de Donald Trump, las tensiones alcanzaron niveles altos, pero con la llegada de Joe Biden, se adoptó un enfoque más dialogante. Este nuevo enfoque ha dado lugar a conversaciones sobre temas críticos, incluyendo las sanciones económicas.
Este cambio en la política estadounidense generó esperanzas de elecciones más justas y transparentes. Sin embargo, aún existen preocupaciones sobre la integridad del proceso electoral, ilustradas por la polémica inhabilitación de líderes opositores como María Corina Machado. A pesar de los esfuerzos diplomáticos, la credibilidad del proceso sigue siendo un tema de debate.
Organizar elecciones en un país con una diáspora tan amplia presenta desafíos logísticos considerables. Mientras algunos países facilitan el voto de sus ciudadanos en el extranjero, la falta de servicios consulares en Estados Unidos crea un obstáculo significativo. La comunidad internacional observa con interés, esperando que estas elecciones contribuyan a la estabilidad y reconciliación en Venezuela.