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El cambio de hora es un evento significativo que se produce anualmente y afecta tanto a Cuba como a Estados Unidos. Este ajuste tiene lugar el primer domingo de noviembre, y este año, se realizará el 3 de noviembre a las 2:00 a.m. En ese momento, los relojes se retrasarán una hora, marcando así el comienzo del horario de invierno. Este cambio es crucial para adaptar las actividades diarias a las condiciones de luz natural que trae la estación más fría del año.
Con el fin del horario de verano, que comenzó el 10 de marzo, las horas de luz diurna disminuyen, lo que justifica la necesidad de cambiar el horario. Al retrasar los relojes, las mañanas contarán con más luz, lo cual puede mejorar el estado de ánimo y la productividad de las personas. Sin embargo, esto también significa que anochecerá más temprano, lo que puede afectar la programación de actividades nocturnas y eventos sociales.
A pesar de sus beneficios, el cambio de hora es un tema que ha suscitado controversia en Estados Unidos. Existen propuestas en el Congreso que buscan eliminar esta práctica y mantener un horario fijo durante todo el año. Sin embargo, hasta ahora, estas iniciativas no han tenido éxito, y el país seguirá con el sistema de ajuste estacional. Esta cuestión sigue generando opiniones divididas entre la población y los legisladores.
Sincronización entre Cuba y EEUU
La sincronización del cambio de hora entre Cuba y Estados Unidos es un aspecto relevante, ya que ambos países realizan el ajuste al mismo tiempo. La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) ha confirmado que el cambio se llevará a cabo de manera coordinada con el horario de Miami. Esta coordinación es especialmente importante para los cubanos que tienen lazos económicos y sociales con EEUU, facilitando la comunicación y la planificación de actividades conjuntas.