Simone Biles regresó tres años después de abandonar los Juegos de Tokio y cerró su primera participación aclamada por el público. Admirada por sus rivales, todos incrédulos ante la creciente dificultad de sus rutinas en París 2024.
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Aunque compitió en la segunda de las cinco subdivisiones de la ronda clasificatoria, con mucha jornada aún por delante, de momento se puso por delante en la general individual, en barra, en suelo y en salto, y solo en las asimétricas, el único aparato en el que nunca ha ganado una medalla olímpica, fue superada por varias rivales.
Estados Unidos, rotundamente favorito para adjudicarse el oro, domina la clasificación por equipos con 172,296 puntos, por encima de Italia, China y Gran Bretaña, a la espera de la actuación de otras potencias como Brasil y en ausencia de las campeonas en Tokio 2020, las rusas, sancionadas y apartadas de los Juegos.
Biles regresó a escena con un ejercicio de barra fantástico, precedida por una ovación atronadora en el pabellón de Bercy. Habían pasado tres largos años desde que en Tokio sufrió una crisis que la llevó a abandonar la competición y a alejarse de los gimnasios durante dos años.
En la barra se despidió en Tokio y en la barra volvió este domingo en París, animada desde la grada por celebridades como Ariana Grande, Snoop Dog o Tom Cruise. A su altura, como una estrella.
Aunque sacó un pie del tapiz en el triple-doble de su serie de apertura, presentó una nota de dificultad tan elevada, 6.800, que pudo recibir una calificación de 14,600 que la colocó como la mejor. Al público le pareció insuficiente, a juzgar por sus silbidos.
En total, Biles sumó 59,566 puntos, por delante de dos de sus compañeras, Sunisa Lee, oro en Tokio, con 56,132 y Jordan Chiles con 56,065. En la última subdivisión saldrá la considerada máxima rival de las estadounidenses, la brasileña Rebeca Andrade, plata hace tres años.
La final por equipos será el martes por la noche, un margen de tiempo valioso para el tobillo de Biles, que al completar la competición se olvidó de cualquier dolor y bailó con sus compañeras. Tenía mucho que celebrar.