Redacción Meridiano
CARACAS. El esgrima venezolano vivió una ruleta rusa en su última participación, en el preolímpico de Costa Rica. Por un lado, en el pico alto, está José Felix Quintero, quien se encargó de darle a la delegación nacional un miembro más de cara a Tokio 2020, pero por el otro lado, vio despedir a una de las grandes atletas de la especialidad nacida en el país, Alejandra Benítez.
"Muy contento de poder recibir a nuestros atletas de esgrima (...) con mucha alegría les dimos el recibimiento, reconocer su trabajo, esfuerzo, darles las gracias por alegrar al país, vimos la demostración y la entrega de todos y todas", dijo a Venezolana de Televisión el ministro del Poder Popular para Juventud y Deporte, Mervin Maldonado, tras la llegada del combinado patrio.
Allí se obtuvo "el clasificado 23 José Felix Quintero", pero junto a él también estuvo la experimentada de 40 años, que dejó la actividad tras el torneo, además de "Isis Giménez, Víctor León, sus entrenadores, equipo médico".
Maldonado recordó que ya son 24 los clasificados a la cita asiática, junto con el clavadista Óscar Ariza.
La cara feliz. Por un lado, apenas superando sus 20, aparece el larense Quintero, quien sin tener la primera opción de los pronósticos logró ganar su pasaje a Japón tras batir en la final al argentino Pascual Di Tella, con score de 15-14.
"Muy contento con el resultado, hemos trabajado mucho para esto, es un sueño cumplido. La competencia fue fuerte desde el principio, pero nos preparamos bien y logramos ajustar a medida que avanzó la competencia y ahí está el resultado", afirmó al canal del estado el nativo de Barquisimeto.
Luego de superar varias adversidades, como el contagio de la Covid-19, Quintero pudo alzarse. Demostró la fortaleza mental, aspecto que alabó de sí mismo para conquistar un objetivo que le hace ilusión, pero con el objetivo claro de saber que esto no puede ser efímero.
"Para la competencia, buscaré una medalla, pero no solamente preparar estos juegos olímpicos sino los que siguen, es importante pensar en el futuro", aspiró el valor del esgrima nacional.
El otro costado de la moneda. Ya en la cuarta década de vida, Benítez lo ve desde otra perspectiva. Con una decisión tomada con antelación y varias pérdidas desde lo anímico, la oriunda de la Parroquia Antímano de Caracas y extitular de la cartera deportiva estatal sabía que había que disfrutar sus últimos momentos en este deporte, más cuando no pudo obtener el boleto a Tokio.
"Fue una experiencia linda, rica, el día anterior cuando celebramos la clasificación de José Félix, hable con ellos y les dije que al siguiente día que competía yo, pasara lo que pasara estaba feliz de ver esto, que uno va dejando una generación que se está alzando sola, levantando, y está avanzando", soltó en una extensa respuesta.
Aunque no quedó del todo contenta, porque no se pudo regalar un triunfo en el final de su carrera, que consta de 26 años con la espada en sus manos, Benítez ya visualiza el futuro. "Salí bien clara a lo que iba, era la única que iba a su última o penúltima competencia, pero eso lo tenía planificado para 2020, pasa la pandemia, este 2021 me agarró desde principio, me despedí de mis dos amores, mi mamá y el esgrima, fue duro, pero creo que esos son los pasos que hay que dar, ahorita vienen cosas buenas, es hora de descansar un poco".
Para ella, dejar una nueva generación que pueda llegar de éxitos a Venezuela es gratificante.