Una auténtica tragedia se vivió en la ciudad turística de Pattaya, en Tailandia, después de la espantosa muerte protagonizada por un paracaidista, que deseaba registrar un salto para la historia. Se trata de Nathy Odinson, un británico de 33 años, acostumbrado a este tipo de experiencias extremas.
La crónica del lamentable suceso, relata que Odinson ingresó silenciosamente a la terraza (piso 29) de una residencia en compañía de un amigo, con la misión de hacer de este lugar la partida de su brinco por los cielos. Hasta ahí, aún las cosas podían detenerse, sin embargo, no hubo solución al momento en el que Nathy saltó desde la parte más alta del edificio y su paracaídas falló en el sistema de apertura, lo que produjo una súbita caída.
Según reportes en el diario Daily Mail, el británico -antes de llegar al suelo- impactó en un árbol, que amortiguó su descenso, aunque no lo suficiente para evitar el deceso. "Tres, dos, uno.. Nos vemos!", expresó el paracaidista, antes del peligroso ejercicio, con el que deseaba quedar en la historia de este tipo de actividades.
No era un novato
El desenlace de la historia, pudiera dar insumos a aquellos que piensan que el paracaidista no tenía experiencia en estos ejercicios, pero la realidad es que para Odinson esta adrenalina era el pan de cada día y lo tenía atado a su dinámica rutinaria.
Asimismo, en sus redes sociales hay varios registros de su participación en distintas apariciones en el paracaidismo y salto base (deporte extremo que trata en brincar desde una altura considerable usando un paracaídas). A todo esto, se le añade, que le gustaba promocionar a su empresas de fotografía, con la que capturaba las imágenes en el aire y las aventuras en esta actividad.
“Estaban haciendo contenido de video para las redes sociales. Ya lo habían hecho antes y sabían que no estaba permitido”, dijo un guardia de seguridad del edificio, en clara alusión a los antecedentes de Nathy Odinson.