Canelo y Golovkin encenderán Las Vegas en su tercer combate

Rubén Darío Sánchez
@factor_combate
Estamos a tan solo horas para que se dispute el tan esperado tercer combate entre el actual monarca del peso supermediano, Saúl “Canelo” Álvarez y (el siempre complicado) Gennady Golovkin. Esta contienda se realizará mañana 17 de septiembre en el T-Mobile Arena de Las Vegas, en una cartelera que se inicia a las 9:00 p.m., aunque el combate entre el mexicano y GGG se estará llevando a cabo cercano a las 12:00 p.m.
En la velada estarán en juego todos los cinturones que actualmente posee el pugilista mexicano de las 168 libras, que son: el título supermediano de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y The Ring.
Al igual que en sus dos combates previos, los pugilistas se verán  las caras arriba del cuadrilátero tuvo del T-Mobile Arena.
El primer duelo se realizó en septiembre del 2017, donde los jueces anunciaron un empate en las tarjetas por decisión dividida.
Asimismo, un año más tarde se volverían a encontrar en Las Vegas, donde las tarjetas que terminarían inclinando por decisión mayoritaria a favor de “Canelo” Álvarez. Aunque uno de los jurados marcó empate.
Para está nueva contienda, el azteca (57-2-2 / 39 KO) llega con la necesidad de ganar de manera dominante y clara, para así acallar todas las críticas que se generaron en su última pelea, donde perdió de manera sorpresiva por la decisión unánime ante un desconocido para mucho, Dimitrii Bivol por el título mundial de las 174 libras.
Por su parte, el retador será el experimentado kazajo de 40 años de edad, Gennady “GGG” Golovkin (42-1-1 / 37KO) que viene de ganar en tres de sus últimos cuatro combates por la vía del nocaut. El europeo afronta este duelo más cerca del retiro que de resurgir su carrera. Sin embargo, para muchos fanáticos no ha perdido ningún duelo contra “Canelo” (ya que cuestionan las decisiones arbitrales) y en estos momentos que no tiene nada que perder, lo hace un contrincante complicado para las aspiraciones del mexicano.