No podemos hablar de una solución definitiva, pero si podría tratarse del inicio de ella. El juego de la Selección de Venezuela de fútbol ante Paraguay, trajo consigo el despeje de las muchas dudas surgidas en torno a posiciones claves que para nada cuentan con jugadores calificados como “indiscutibles”. El seleccionador nacional Fernando Batista empleó una alineación para el segundo juego de la doble fecha de Eliminatorias, que llamó poderosamente la atención de quienes estaban habituados a ciertos jugadores más recurrentes en el once inicial: en el lateral izquierdo apareció el nombre de Miguel Navarro, asumiendo su primera titularidad en la selección en juegos oficiales, amén de las numerosas convocatorias recibidas y su regularidad en la MLS. Con su presencia, surgieron dudas en la mayoría que poco sigue el día día del fútbol, pero a sabiendas de quienes están al día con el deporte, que es el único lateral zurdo natural que tiene la selección.
Su rendimiento fue notable, lo que lo llevó a ser el acompañante de Batista en la rueda de prensa post partido, llevándose elogios por parte del seleccionador, quien manifestó que “el juego de Navarro fue excelente” . En la portería reapareció Rafael Romo, a pesar de algunas dudas porla numerosa cantidad de rebotes que generó ante Colombia, fue nuevamente titular y cumplió con creces, tanto que pareciera que ante la lesión grave de Wuilker Fariñez y la no continuidad de Joel Graterol en Grecia, es Romo la mejor alternativa en el arco “Vinotinto”.
En lateral derecho tiene un ya incuestionable Alexander González, su regreso al torneo local lo puso nuevamente en medio de la duda de muchos, pero Batista no era uno de ellos. El rendimiento en los dos juegos ha sido excepcional, hasta el punto de figurar en el XI Ideal de la fecha para Conmebol, siendo el mejor jugador de Venezuela en este doble juego de arranque de Eliminatorias.
Y seguidamente la otra fuente de dudas en el entorno del equipo conducido por Fernando Batista era el sistema. Cuando el deber llamaba a una victoria, el estratega argentino se decantó por una ofensiva propuesta, teniendo a Yangel Herrera como un mediocampista caja a caja, acompañado por un muy buen recuperador de balones como José “El Brujo” Martínez, dos jugadores rápidos, regateadores y muy ofensivos por los costados (Soteldo y Sosa) y dos delanteros de área, ocasionando todo que Venezuela redondeara un correcto desempeño defensivo y una ofensiva que generó claras ocasiones.
Lo que eran dudas comienzan a ser certezas que le permiten a millones apalancar el sueño recurrente de ir por primera vez a un Mundial, todo soportado en una gran labor colectiva ante Paraguay y un muy ordenado primer tiempo ante Colombia, sin embargo, la prudencia llama a ser cautelosos, a tener siempre los pies sobre la tierra e ir partido a partido.
Esta Venezuela parece tener clara su rol en cada uno de los encuentros y el objetivo macro a perseguir, sin embargo, apenas esto comienza y son muchas las trabas que se presentan en el camino, el más difícil para selección alguna en todas las clasificaciones mundialistas del orbe, pero también es cierto que esta vez luce más posible que nunca, pues, son siete selecciones sudamericanas las que tienen la posibilidad de estar presentes en el próximo Mundial del 2026. Venezuela está decidida a luchar de principio a fin y la afición del fútbol en el país decidida a apoyar, así como lo hicieron por todo lo alto en Maturín.