Jon Aramburu tiene nuevamente frente a sus ojos una oportunidad de oro para ganarse la titularidad indiscutible en la Real Sociedad, que -hasta la jornada de este fin de semana- le venía siendo muy esquiva.
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El lateral venezolano figuró en el once titular del equipo vasco por primera vez en la cuarta jornada de La Liga, en el empate ante Getafe (0-0). Eso sí, lo peculiar de su presencia estuvo en que el técnico Imanol Alguacil le asignó la banda izquierda, que no es la más habitual para el defensor criollo y que influyó en que no mostrara su mejor versión en el duelo.
Sin embargo, para este lunes, 2 de septiembre, una noticia recorrió los estamentos del club, con la confirmada lesión de Hamari Traore, quien venía siendo el dueño de ese carril derecho en defensa y de quien se confirmó una rotura en el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha.
¿Por qué Jon Aramburu podría ganarse la titularidad en la Real Sociedad?
Lo ocurrido con Traore es, sin duda alguna, un incidente triste, que no se le desea a ningún jugador en su carrera. Pese a esto, lo cierto es que la temporada en la entidad española tendrá que continuar, así como la búsqueda inmediata de soluciones a la baja de Traore.
Y en ese escenario es donde el criollo gana mucho terreno y aparece en las quinielas, por ser el único jugador natural que tiene, ahora mismo, Imanol para la demarcación, tras la aún recuperación de Álvaro Odriozola, que también presentó una dura lesión del ligamento colateral lateral de la rodilla derecha.
Con todo esto, hay que recordar que el vinotinto ya atravesó algo similar en la campaña anterior, cuando Traore y Odriozola estuvieron en la enferemería del club, momento cuando el venezolano ganó enteros y participó con gran nivel en la primera plantilla vasca.
Jon Aramburu tenía en este momento la cabeza situada en la Vinotinto, de cara a sus dos compromisos fijados por las eliminatorias mundialistas en el mes de septiembre (5 y 10) ante Bolivia y Uruguay. Sin embargo, cuando el parón internacional termine podrá regresar a España con otro marco muy distinto al que vislumbró en los tres primeros juegos domésticos.