La esperada noche del Draft 2025 de la NFL comenzó con una sorpresa que rápidamente se convirtió en titular: los Tennessee Titans eligieron al mariscal de campo Cameron Ward como la primera selección global, apostando por el talento del joven surgido de la Universidad de Miami.
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El quarterback, que brilló en la NCAA con una temporada sensacional, era uno de los prospectos más codiciados por las franquicias que buscaban rejuvenecer o consolidar su ofensiva en una liga cada vez más exigente con los pasadores.
Cam Ward, talento de élite para liderar la reconstrucción
Ward se destacó en su paso por los Hurricanes por su brazo potente, movilidad dentro y fuera del bolsillo, y una gran capacidad para leer defensas complejas, atributos que lo posicionaron como uno de los líderes del fútbol colegial en yardas por aire y touchdowns. Su temple en momentos claves y su evolución técnica lo pusieron en el radar de varios equipos con necesidad urgente de un quarterback franquicia.
Finalmente, los Titans, que atraviesan una etapa de reestructuración tras años de inestabilidad en la posición, se decidieron por él. La decisión fue comunicada oficialmente al comisionado Roger Goodell por el gerente general de la franquicia, Mike Borgonzi, quien asumió el cargo recientemente y tenía en sus manos la responsabilidad de dar un golpe de autoridad en su primer Draft al mando.
La elección fue anunciada desde el escenario instalado en Green Bay, ciudad que fue anfitriona por primera vez del evento. En un detalle pintoresco que no pasó desapercibido entre fanáticos y medios, Roger Goodell hizo su entrada en la ceremonia montando una bicicleta, acompañado por leyendas vivientes de los Green Bay Packers como Brett Favre y LeRoy Butler, rindiendo así homenaje a una tradición de los entrenamientos en Wisconsin, donde los jugadores suelen llegar en bici escoltados por niños.
La ovación estalló cuando el nombre de Cam Ward fue pronunciado, sellando el inicio de una nueva era para los Titans. Con esta selección, Tennessee espera encontrar no solo a su próximo líder ofensivo, sino a una figura que pueda devolver a la franquicia a la pelea por un título que les ha sido esquivo durante décadas.
Ward, visiblemente emocionado, abrazó a su familia antes de subir al escenario y enfundarse la gorra de los Titans. La reconstrucción en Nashville tiene nuevo rostro, y todo indica que será bajo el brazo de este joven talento que el equipo buscará volver a ser protagonista.