Los Dallas Cowboys están enfrentando este domingo a los Atlanta Falcons en un duelo crucial de la semana 9, pero lo hacen sin uno de sus pilares ofensivos: Ezekiel Elliott. El corredor titular ha sido apartado del equipo por razones disciplinarias, en una decisión que ha sorprendido a la afición y a los expertos, dada la importancia de Elliott en la estructura de juego de los Cowboys.
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Esta será la primera vez en sus nueve años de carrera que Elliott se perderá un partido de temporada regular, una situación inédita que marca un precedente en su historial en la NFL.
Una decisión que sacude a los Cowboys
La noticia de la suspensión de Elliott fue anunciada por el equipo el sábado, apenas un día antes del duelo contra los Falcons. El corredor de 29 años, quien ingresó a la liga en 2016 como primera selección del Draft de los Cowboys y ha sido dos veces líder en yardas por tierra en la NFL, ni siquiera viajará con el equipo a Atlanta.
De acuerdo con diversas fuentes, el motivo de la decisión, que habría sido toamada por ambas partes, es que el corredor llegó tarde a múltiples entrenamientos, al tiempo que se ausentó de varias reuniones del equipo.
Elliott ha sido una figura esencial en el esquema ofensivo de los Cowboys, y su presencia ha sido constante en cada temporada. No obstante, razones disciplinarias que el equipo no ha especificado lo dejarán fuera de este crucial encuentro.
En su ausencia, la responsabilidad de liderar el juego terrestre recaerá en Dalvin Cook, quien ha sido cuatro veces seleccionado al Pro Bowl y cuenta con una destacada trayectoria en los Baltimore Ravens. Cook estará acompañado por Rico Dowdle, quien también deberá aportar al juego terrestre en un equipo que enfrenta serios problemas de productividad ofensiva esta temporada.
Ofensiva en crisis
La baja de Elliott llega en un momento delicado para los Cowboys. Con tres victorias y cuatro derrotas, el equipo ocupa el tercer lugar en la División Este de la Conferencia Nacional y atraviesa una crisis de resultados que ha encendido las alarmas en la franquicia. Mike McCarthy, el entrenador en jefe, y Jerry Jones, el propietario de los Cowboys, han expresado su frustración por el desempeño ofensivo del equipo, que actualmente es el último en la NFL en producción terrestre. Hasta el momento, los Cowboys han acumulado apenas 519 yardas terrestres, un promedio de 74.1 por partido, cifra que evidencia las dificultades en este aspecto del juego.
La ofensiva de los Cowboys no solo sufre por la falta de yardas terrestres, sino también por una línea ofensiva inexperta, lo que ha sido un factor determinante en los resultados del equipo. Según Jones, esta falta de experiencia ha complicado la protección y el avance del balón, lo que ha llevado a los Cowboys a depender en exceso de su juego aéreo y ha dejado al equipo sin el balance necesario para ser competitivo en la NFL.