El despido de Matt Eberflus como entrenador en jefe de los Chicago Bears ha dado de qué hablar en el mundo de la NFL. Más allá de los resultados deportivos, las estadísticas respaldan que su paso por el equipo fue uno de los peores en la historia de la liga, según diversos rankings históricos.
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Récord para el olvido
Durante su tiempo al frente de los Bears, Eberflus acumuló un récord general de 14 victorias y 31 derrotas, lo que equivale a un porcentaje de victorias del 31.1%. Este registro lo posiciona como el 217º entrenador de 229 en porcentaje de victorias en la historia de la NFL.
Los números en partidos como visitante fueron aún más preocupantes: 3 victorias en 22 encuentros fuera de casa, un porcentaje que refleja su incapacidad para competir lejos de Soldier Field.
Derrotas dominicales y bajo desempeño en momentos clave
Un dato que destaca en el análisis del desempeño de Eberflus es su marca de 0-18 en partidos jugados los domingos. Este dato es especialmente revelador, considerando que la gran mayoría de los encuentros de la NFL se disputan en ese día de la semana.
Además, en partidos donde los Bears comenzaron perdiendo al medio tiempo, el equipo solo logró remontar en 5 de 27 ocasiones, consolidando su reputación de ser un equipo que se desmorona ante la adversidad.
En juegos cerrados, definidos por una posesión de diferencia, su marca fue de 5 victorias y 17 derrotas, una clara señal de la falta de capacidad del equipo para ejecutar bajo presión.
Dentro de la NFC Norte, los Bears bajo el mando de Eberflus lograron solo 2 victorias en 16 encuentros, un desempeño que refleja su incapacidad para competir dentro de su propia división.
Frente a equipos con récord ganador, los números fueron incluso peores: 1 victoria y 14 derrotas, una estadística que evidencia las limitaciones tácticas y estratégicas del entrenador frente a rivales de mayor nivel.
Legado cuestionable
El despido de Matt Eberflus no sorprendió a los aficionados ni a los analistas de la NFL. Su paso por los Bears no solo estuvo marcado por derrotas, sino también por estadísticas históricamente deficientes que lo posicionan como uno de los peores entrenadores en jefe de todos los tiempos.
Para una franquicia con tanta tradición como los Chicago Bears, este es un capítulo que buscarán dejar atrás rápidamente en su búsqueda por regresar a la élite de la NFL.