En Venezuela, cada 4 de octubre se conmemora el famoso “Cordonazo de San Francisco” que hace alusión a un fenómeno meteorológico con abundantes lluvias, descargas eléctricas y ráfagas de viento durante largas horas. De acuerdo a la creencia popular, San Francisco de Asís, fundador de la orden que lleva su nombre, desata su cordón y lo azota contra el cielo, provocando grandes tempestades y el riego de las cosechas, además, de las ciudades para equilibrar las altas temperaturas producto del verano.
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Otra hipótesis afirma que San Francisco de Asís, realiza esta acción dado su descontento con la humanidad, específicamente, por su mal obrar. La popular celebración se festeja en diversos países de Centro y Suramérica, tales como: México, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Colombia y Venezuela. También, en el continente europeo, principalmente, en España.
Por su parte, el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMEH) explica que la fecha coincide con la época de lluvias en el país, entre los meses de septiembre y octubre. Además, es producto de las Ondas Tropicales y su desplazamiento por el territorio nacional. En algunas ocasiones, el evento natural se presenta luego del 4 de octubre e incluye bajas temperaturas, nubosidad, precipitaciones, destellos azules y vientos huracanados.
Pero, ¿Quién fue San Francisco de Asís y cuál es su legado para la humanidad? Fue un religioso que nació en Asís, una región central de Italia, en el año 1181 y murió el 3 de octubre de 1226. Dedicó su vida a un movimiento de renovación cristiana que se basaba en la humildad, el servicio, el amor al prójimo y la fe. Estuvo rodeado de lujos, hijo de un mercader de la época llamado Pietro di Bernardone.
Sin embargo, en 1202 fue encarcelado debido a un ajetreo en las ciudades de Asís y Perugia, donde participó activamente. A partir de ese momento, su vida dio un giro drástico viviendo en penumbras, escasez, pobreza e incertidumbre. También, la enfermedad lo acompañó, presentando diversas dolencias. Nada obstaculizó su creencia firme, convicción y propósito.
Su vida fue ejemplo de introspección, crecimiento espiritual y transformación. En un período, tuvo revelaciones divinas y presentó los estigmas de Jesucristo. Dentro de sus múltiples virtudes destacan el respeto por los animales y la naturaleza en general.
Como parte de su legado incluye la conversión cristiana, el amor como elemento transformador y obrar bien, con la finalidad de representar la mejor versión del ser humano. Para el 16 de julio de 1228, fue canonizado por el Papa Gregorio IX, quien al día siguiente fue el pionero en colocar la primera piedra que inauguraba la construcción de la Basílica en su honor.
En su haber recopila poemas, obras y escritos religiosos que forman parte de su legado tangible. Actualmente, son atesorados por la Iglesia Católica.