La Scuderia Ferrari ha iniciado una nueva fase de desarrollo de su monoplaza, el SF-23, en el Circuit de Barcelona-Catalunya por tres días. Los pilotos Lewis Hamilton y Charles Leclerc, encargados de esta intensa sesión de pruebas, tienen como objetivo principal optimizar el rendimiento del coche antes de la presentación oficial del SF-25, previsto para el próximo 19 de febrero.
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Tres días clave en Montmeló
La normativa de la FIA limita las pruebas de pretemporada a cuatro días, por lo que cada kilómetro recorrido en Barcelona es crucial. Después de un primer contacto con el SF-23 en Fiorano, marcado por condiciones climáticas adversas, Hamilton y Leclerc podrán aprovechar las condiciones más estables de Cataluña para profundizar en el conocimiento del monoplaza.
El foco en neumáticos y salidas
Los ingenieros de Ferrari han identificado dos áreas clave de mejora: el desgaste de los neumáticos y las salidas. El director técnico Loic Serra, experto en neumáticos, liderará el trabajo para optimizar el rendimiento de los compuestos y desarrollar estrategias que permitan gestionar los neumáticos de manera más eficiente a lo largo de toda la carrera.
Por otro lado, la escudería buscará perfeccionar la fase de salida, tanto en la maniobra de embrague como en la entrega de potencia en los primeros metros. Los expertos en electrónica están trabajando en conjunto con los pilotos para encontrar la combinación ideal entre la acción del piloto y el control electrónico del sistema híbrido.
La lucha por el título mundial
Con estos ajustes, Ferrari aspira a cerrar las brechas que le impidieron luchar por el título mundial en temporadas anteriores. El SF-23, aunque con especificaciones de 2023, servirá como banco de pruebas para el desarrollo del SF-25, un monoplaza que la Scuderia espera sea capaz de competir al más alto nivel desde la primera carrera de la temporada 2025.