Eddie Jordan, el carismático expropietario del equipo Jordan Grand Prix de Fórmula 1, ha fallecido a los 76 años tras una valiente lucha contra un cáncer de próstata agresivo. Su muerte se produjo en la madrugada del 20 de marzo de 2025 en Ciudad del Cabo, rodeado de su familia.
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Durante más de 30 años, Jordan dejó una huella imborrable en el automovilismo. Su equipo, fundado en 1991, logró victorias memorables, destacándose la histórica victoria de Damon Hill en el Gran Premio de Bélgica en 1998. A lo largo de su carrera, Jordan no solo demostró ser un exitoso propietario, sino también un innovador, dándole la oportunidad a Michael Schumacher de debutar en la F1.
Legado imborrable
A pesar de su equipo ser independiente y enfrentar los poderosos recursos de las grandes escuderías, Jordan consiguió que su equipo tuviera una presencia destacada, ganando carreras y llevando a pilotos como Heinz-Harald Frentzen a competir por el campeonato mundial.
Tras vender su equipo en 2005, Eddie Jordan siguió activo en los medios como comentarista y en múltiples negocios. Su legado trasciende el automovilismo: su energía contagiante y su personalidad única dejaron una marca indeleble en todos los que lo conocieron. La Fórmula 1 y el mundo del deporte a motor han perdido a una verdadera leyenda.