Samuel Aldrey /@SamuelAldrey
En el asfalto de Abu Dhabi se libró una de las carreras por final de temporada más cerradas y apocalíptica de la historia. La apoteosis envolvió el desenlace final con Max Verstappen rebasando por dentro a Lewis Hamilton y quitándole el campeonato mundial de la Fórmula 1.
Precisamente ese apocalipsis se vivió en la cuadra de Mercedes cuando Toto Wolff, el ejecutivo de mayor rango de la escudería, desde la comunicación por radio se hallaba fuera de sí mismo, completamente desesperado, enviando órdenes a Dirección de Carrera, se ha convertido en uno de los videos más virales de las redes sociales.
Algo entendible, pues Wolff siempre acostumbrado a la victoria desde el 2013, intoxicado con el éxito, nunca había tenido que afrontar una derrota como esta. Quizás, esa falta de costumbre a la frustración que genera perder explica su indignación y por qué salió despedido a meter dos reclamos a la FIA para defender lo que él creía irregular.
Los reclamos de Mercedes.
La primera reclamación se argumentaba que Verstappen había obviado la ordenanza del reglamento que prohíbe el adelantamiento cuando el safety car este en pista, de acuerdo al artículo 48.8 que dice: "Ningún piloto puede rebasar otro auto en la pista, incluyendo el carro de seguridad, hasta que pase la línea por primera vez después de que el auto de seguridad retorne a los pits".
Pues, Verstappen si se colocó en paralelo a Lewis Hamilton poco antes de que se reanudura la última vuelta en ese frenético último giro que acabó con Hamilton siendo rebasado.
No obstante, los comisarios de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) rebobinaron la cinta y llegaron a la conclusión que la maniobra no ameritaba una penalización, porque el piloto de Red Bull volvió inmediatamente a su posición detrás del británico.
La segunda de carácter más hacia los despachos y el entramado político de la FIA. Pues, Mercedes articula que es indefendible para la FIA que solo algunos pilotos les dejaran desdoblarse (Alonso, Leclerc, Vettel, Ocon y Norris) antes de ingresar a ese último giro donde conducía el líder (Hamilton) y su perseguidor (Verstappen), mientras todos los demás podía hacerlo.
Por supuesto, esto genera suspicacia y le hizo más sencillo el trabajo a Verstappen que afrontó esa última vuelta pegadito, a rebufo de Hamilton y con neumáticos de goma blanda.
Es decir, un brebaje perfecto para que su monoplaza pudiera rebasar con comodidad. Además, le brindó a Mercedes tener de dónde agarrarse para reclamar en los despachos y luego en los tribunales.
“Está claro que eso se hizo para generar la lucha entre Lewis y Max para la televisión. Si fue justo o no, no me toca a mí decidirlo. Algunas veces te dejan desdoblarte y algunas, no. Más o menos está al 50%”, declaró Lando Norris tras la carrera. "Me sorprendió un poco", remató.
Ahora, son Toto Wolff y compañía quienes deben decidir si presentan una apelación completa a la Corte Internacional de la FIA, que pudiera revisar el resultado del Mundial.
Aunque todo parece indicar que los despachos no van a alterar un momento histórico del automovilismo. Esa última vuelta de Verstappen y Hamilton es un momento apoteósico y la polémica solo quedará como una anécdota.