Sábado 5 de junio de 1971. Era un día histórico para el deporte venezolano. Cientos de compatriotas viajaron (algunos por primera vez) hacia Nueva York para ver correr a un caballo que dio a conocer a Venezuela hípicamente hablando. Se trataba de Cañonero y su búsqueda de la Triple Corona en el Belmont Stakes.
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El cotejo se disputaba en el hipódromo de Belmont Park, y tal fue la concurrencia que ese día hubo récord de asistencia con 82.694 personas, en su mayoría latinos de diferentes países, que se unieron para aupar al ganador del Kentucky Derby y el Preakness, conducido por Gustavo Ávila y presentado por Juan Arias.
Los medios venezolanos fueron a cubrir el evento. Por la radio solo Virgilio Decán “Aly Khan” fue el único en transmitir en vivo la carrera para Radio Continente. En cambio para la televisión, José Eduardo Mendoza “Miralejos” lo hizo con su voz por la pantalla de la antigua Cadena Venezolana de Televisión (CVTV-8).
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Y se dio la salida en el punto de los 2.400 metros. Un valiente Cañonero asumió el mando con parciales cómodos. Ávila lo controló de manera tal que sus oponentes estuvieron anulados por más de dos tercios de la carrera. Pero la presión fue más fuerte en los 800 finales cuando Pass Catcher, con el jinete Walter Blum, lo igualó.
Cañonero cedió ante Pass Catcher y este tomó el liderato de la prueba antes de entrar la recta final. Ávila intentó de mantener al caballo en la pelea pero sus fuerzas disminuyeron. Al final, Pass Catcher ganó el Belmont Stakes y Cañonero quedó cuarto. Los sueños de Triple Corona se esfumaron.
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Una lesión en un casco que se generó días antes de la prueba, fue la causa de la derrota. Cañonero no fue atendido como debía ser en Belmont Park, cosa contada en vida por Juan Arias. La barrera del idioma más otros elementos, se sumaron para que el hijo de Pretendre no conquistara la ansiada tercera corona. De eso, ocurrió hace 52 años.