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Hipismo

Gustavo Ávila, el Monstruo del Kentucky Derby

Por Meridiano

Viernes, 30 de abril de 2021 a las 12:50 pm

Venezuela ha dado grandes jinetes a la hípica mundial, el primero de ellos es; Gustavo Ávila, ganador del primer Clásico del Caribe en 1966 con el ejemplar Victoreado y doble coronado con Cañonero, el Monstruo es una leyenda viva, no solo para el hipismo criollo sino para el deporte en general de nuestro país.

En una entrevista exclusiva para el diario deportivo de Venezuela, Ávila revivió momentos únicos que vivió con el ejemplar Cañonero, desde su amansamiento hasta sus victorias en la triple corona Norteamérica.

“Cañonero es un caballo con una historia muy bonita”, recordó el jockey. “Desde el principio, que ese ejemplar se compró, por parte del señor Luis Navas, hay lindas anécdotas. Fue un caballo bastante barato, y cuando esto pasa las personas piensan que hay pocas posibilidades de que sea bueno.”

“Fue amansado por Santaella y yo lo trabajé varias veces. Al principio tenía buenos trabajos, pero no se le veía esa calidad que después de los tres años demostró”, contó. “No lo debuté porque en sus primeras competencias, aquí en Venezuela, el salió en carreras de jockeys con menos de 10 triunfos.” 

“Cañonero era un caballo americano que se crió en Venezuela, esto hizo que se adaptara mucho al clima de Caracas, una ciudad que está a 900 metros a nivel del mar, esto también lo ayudó mucho, aquí en la mayoría de los hipódromos se corren a nivel del mar”, explicó.

Primera incursión en Estados Unidos. “Pedro Baptista me dijo para que montara el caballo en el Del Mar Futurity, para ese momento yo tenía muchos compromisos y no pude viajar a California a montar al ejemplar. Corrió dos veces, con la monta de Ignacio Jesús Ferrer en la primera llegó tercero y en el Stakes arribó en el quinto puesto”, relató.

Regreso al país

Después de esas dos carreras, un intento de venta fallido, Cañonero regresó al país. El siete de marzo de 1971 es la primera vez que Ávila se hace caballero sobre la silla de Cañonero, aquel día el ejemplar ganó a caballos maduros en 2000, faltaba poco menos de dos meses para que ganara el Derby, pero para los aficionados que fueron ese día al óvalo caraqueño fue una serie más de carreras.

El corcel corrió después el 14 y 21 de marzo el cuatro y 10 de abril. Cinco carreras en un mes, con saldo de tres triunfos y dos derrotas. Con esta campaña se fueron a la conquista del Kentucky Derby.

Sobre esta cruzada Ávila recuerda: “Lo bueno de esa campaña es que el caballo se midió a caballos mayores y corrió la distancia larga, no llegó a la primera categoría”.

El dueño de Cañonero citó a Ávila en su casa, éste fue y allí les dijo unas palabras que el jinete jamás olvidará. “Apenas llego me pregunta ¿tú eres famoso? yo le dijo ‘así dicen’ pues te vas a volver más famoso porque vamos a correr el Kentucky Derby y lo vamos a ganar. Esas palabras me dieron mucha seguridad”.

Kentucky Derby de 1971

“Yo llegué a Estados Unidos faltando unas dos semanas para la carrera, trabajé al ejemplar faltando 10 días para el Derby y duré una semana trabajando con él, ya se había recuperado bastante”, detalló.

“Hubo una mañana en el cual Ángel Pena me dijo para que trabajara a Bold Reason, uno de los favoritos a ganar la carrera, porque su jinete estaba en Nueva York. Al terminar el trabajo hablo con Juan y le digo: ese caballo, sinceramente creo yo, que no me gana, me ganará otro pero ese no”.

“El miércoles se dieron los puestos, nos tocó el 15, yo no conocía la pista, primera vez que corría en ese hipódromo. Nosotros no conocíamos nada, como se presentara la carrera lo íbamos a correr, que si íbamos a correr en punta o atrás eso no estaba establecido, era como saliera el caballo”, dijo muy sonriente.

“En la carrera, el caballo tuvo la mala fortuna, que en la partida el caballo 16 y 17 me cayeron encima, por eso es que me quedo último, no es porque haya partido mal. En la primera curva lo fui sacando hacia afuera y me fui por una línea donde el caballo no tuvo tránsito por ningún lado hasta los 800 metros, esa fue la gran ventaja que tuvimos nosotros”, Rememoró.

Venezuela ha dado grandes jinetes a la hípica mundial, el primero de ellos es; Gustavo Ávila, ganador del primer Clásico del Caribe en 1966 con el ejemplar Victoreado y doble coronado con Cañonero, el Monstruo es una leyenda viva, no solo para el hipismo criollo sino para el deporte en general de nuestro país.

En una entrevista exclusiva para el diario deportivo de Venezuela, Ávila revivió momentos únicos que vivió con el ejemplar Cañonero, desde su amansamiento hasta sus victorias en la triple corona Norteamérica.

“Cañonero es un caballo con una historia muy bonita”, recordó el jockey. “Desde el principio, que ese ejemplar se compró, por parte del señor Luis Navas, hay lindas anécdotas. Fue un caballo bastante barato, y cuando esto pasa las personas piensan que hay pocas posibilidades de que sea bueno.”

“Fue amansado por Santaella y yo lo trabajé varias veces. Al principio tenía buenos trabajos, pero no se le veía esa calidad que después de los tres años demostró”, contó. “No lo debuté porque en sus primeras competencias, aquí en Venezuela, el salió en carreras de jockeys con menos de 10 triunfos.” 

“Cañonero era un caballo americano que se crió en Venezuela, esto hizo que se adaptara mucho al clima de Caracas, una ciudad que está a 900 metros a nivel del mar, esto también lo ayudó mucho, aquí en la mayoría de los hipódromos se corren a nivel del mar”, explicó.

Primera incursión en Estados Unidos. “Pedro Baptista me dijo para que montara el caballo en el Del Mar Futurity, para ese momento yo tenía muchos compromisos y no pude viajar a California a montar al ejemplar. Corrió dos veces, con la monta de Ignacio Jesús Ferrer en la primera llegó tercero y en el Stakes arribó en el quinto puesto”, relató.

 

 

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