Engels Medina / @engelsmedina23
Actualmente ejerce funciones como Presidente de la Asociación de entrenadores del hipódromo La Rinconada. También está a cargo de la escuela de entrenadores del recinto caraqueño, una responsabilidad que lleva con mucho tesón, sobre todo en tiempos de pandemia.
En una entrevista el profesional recordó los momentos que ha vivido dentro del hipismo nacional y explicó sobre sus actuales funciones como presidente de la Asociación de entrenadores y encargado de la dirección de la escuela de entrenadores de La Rinconada.
“Son responsabilidades que se asumieron y que se llevan con mucho tesón y amor, porque todo lo que sea para el bienestar de la hípica lo haremos así”, dijo en preparador sobre sus funciones en los dos organismos importantes del gremio.
“La pandemia afectó muchísimo, más que todo el año pasado, la escuela estuvo paralizada por completo. Este año se arrancó con las clases, en las semanas flexibles son presenciales en un espacio abierto, y en las radicales las actividades son vía online”, explicó.
“Ahorita hay alrededor de cuarenta alumnos que están en el curso que está por finalizar, yo creo que este año deben salir, también hay una lista larga de muchachos que quieren ingresar a la escuela”, comentó.
En su caballeriza el señor Campos posee 30 animales, la mayoría caballos adultos, de ellos cinco son potros de dos años que están próximos a debutar.
Viaje al pasado.
Abraham Campos entró en el hipismo como jinete, a finales de los años 70 soñaba con montar sobre los purasangres de carreras, para ese entonces la escuela de jinetes de Caracas estaba cerrada, por lo que había dos destinos para comenzar hacer su aprendizaje o el hipódromo La Limpia, en Maracaibo o en Ciudad Bolívar, él eligió la primera opción.
“Yo me fui para la Limpia, el antiguo hipódromo de Maracaibo, estado Zulia. En un año me gradué, allá de verdad me fue muy bien, gané más de 250 carreras y una estadística”, contó.
“En esa época para entrar a La Rinconada como jinete era bastante difícil, entraba el jinete campeón de la estadística y el aprendiz del año. Después que gané me vine al óvalo de Caracas”, dijo el preparador.
“Para ese momento computaban las carreras. Yo había ganado muchas por lo que no puede optar a una matrícula de aprendiz, para poder descargar peso. Es por ello que me dan de una vez la matrícula de profesional.”
El día de su debut como jinete ganó tres competencias, todas en el juego de 5y6 con la yegua Fabiana y los caballos Lucky Menow y Mayoral.
“De una vez salí a competir con jinetes de la talla de Juan Vicente Tovar, Ángel Francisco Parra, Bravo Gómez, Torrealba, Moreira, Jesús Rodríguez, Jesús Márquez. Te puedo decir que no me fue mal aquí, gané varias carreras, pero la cosa se me puso difícil con el transcurrir de los años, hice campaña en el hipódromo de Valencia, Santa Rita”, recordó.
Debido a la falta de oportunidades y problemas para mantener el peso Campos se retira de jinete y comienza su labor como galopador. “Fui galopar de muchos caballos buenos como Sir Flier y la yegua Despreciada, trabajaba mucho con Armando López y Daniel Pérez.”
“Como galopar adquirí mucho conocimiento, es por ello que decido entrar a la escuela de entrenadores de la cual me graduó. Como todo inicio no fue fácil, no me daban caballos porque no era reconocido.”
Abraham comenzó a entrenar caballos que el mismo compraba, eran ejemplares baratos. Su primer triunfo fue en el Hipódromo Nacional de Valencia con Quintil, en Caracas, su primera fotografía fue con la yegua Gabriela, que se la compró al entrenador Antonio Catanese.
Campos ha tenido grandes ejemplares de los cuales recuerda mucho a Fast Navy, nombre que lleva el su Stud y la doble coronada Kira, además por diez años estuvo entre los 10 mejores entrenadores del país y en una oportunidad ocupó el tercer puesto.