Raúl Pérez / @enriul
Los héroes están acá. Tras jornadas de trasnochos, de esfuerzo para seguir los partidos e inflarse de orgullo ante cada uno de los triunfos de la Vinotinto Sub 20 en el Mundial de Corea del Sur, los integrantes del plantel, cuerpo técnico y todos los que formaron parte de la expedición venezolana, aterrizaron este martes en el país y recibieron el apoyo y el recibimiento que tanto se merecían.
Antes de las 2:30 de la tarde, en vuelo de Air France, aterrizaron los muchachos en Maiquetía y desde que pusieron un pie en el país, recibieron el calor del pueblo venezolano,a sí como el también el calor del litoral nacional. En el aeropuerto centenares de personas, familiares, amigos, academias de fútbol menor y demás asistentes, arroparon a los jugadores criollos, los envolvieron en abrazos y los acompañaron desde el avión hasta que lograron ingresar en los autobuses que los llevarían hasta el estadio Universitario de la UCV.
Desde allí, una hermosa caravana acompañó a la selección. Carros, motos, todos corneteando sin parar, seguían a un par de vehículos que se encargaban de amenizar la jornada con música alegórica de nuestra seleccion.
Al llegar al estadio de la ciudad capital, los integrantes de la selección, sin contar con Yángel Herrera ni Adalberto Peñaranda quienes no viajaron al país, fueron presentados uno por uno y dieron sus palabras de agradecimiento a los presentes.
El público saltó de emoción con cada uno de los muchachos, pero explotó al escuchar el nombre del seleccionador vinotinto, Rafael Dudamel. El estratega, notablemente emocionado, dio un gran discurso en el que resaltó la labor de sus jugadores, la unión que tienen en el plantel y la alegría de ver al país unido para apoyarlos cada mañana.
Acto seguido se entonó el Himno Nacional y los muchachos realizaron una emotiva vuelta olímpica, saludando a miles de seguidores quienes no cabían de la emoción al tener tan cerca a sus héroes, quienes día a día los llenaron de alegría y esperanza.
Este martes, sin lugar a dudas, toda Venezuela se tiñó de Vinotinto. ¡Gracias, muchachos!