El FC Barcelona encontró un respiro inesperado en su visita al Signal Iduna Park tras un autogol que reanimó sus aspiraciones en el partido de vuelta de la eliminatoria de cuartos de final de la UEFA Champions League. Cuando todo parecía estar del lado del Borussia Dortmund, un infortunado desvío de Ramy Bensebaini permitió a los azulgranas recortar distancias y poner el 2-1 en el marcador global al minuto 54.
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Bensebaini pasa de héroe a villano en cinco minutos
La acción que cambió el ritmo del encuentro llegó poco después de que el propio Bensebaini protagonizara una jugada clave para los alemanes. Al minuto 49, el lateral izquierdo envió un preciso centro desde la banda que fue aprovechado por Serhou Guirassy, quien cabeceó al fondo de la red para colocar el 2-0 parcial y desatar la euforia en Dortmund.
Sin embargo, la alegría duró poco. Tan solo cinco minutos más tarde, Fermin López desbordó por el costado derecho y lanzó un centro al área que parecía no representar peligro. Pero el intento de despeje de Bensebaini terminó en tragedia para los suyos: el balón se desvió en su pierna y se coló en su propia portería ante la incredulidad del arquero Kobel.
El Barcelona aprovecha el desconcierto del Dortmund
Este tanto inesperado cayó como un auténtico balde de agua fría para el conjunto alemán, que aún soñaba con una remontada histórica tras haber caído 4-0 en la ida disputada en el Estadio Olímpico de Montjuïc. El gol en contra no solo descolocó anímicamente a los dirigidos por Edin Terzić, sino que revitalizó al Barcelona, que hasta entonces no encontraba claridad en los metros finales.
Con el marcador ahora 2-1, los blaugranas no solo mantuvieron su ventaja global, sino que volvieron a inclinar la balanza emocional del encuentro a su favor. El gol en propia puerta de Bensebaini podría marcar un antes y un después en la eliminatoria, especialmente si el Dortmund no logra reponerse de este golpe inesperado.