El Real Madrid arrancó con pie derecho el recorrido en su competición favorita, la Champions League. Eso sí, fiel a su estilo más utilizado en el torneo históricamente, sufriendo ante un Stuttgart que plantó mucha cara en el Estadio Santiago Bernabéu.
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El primer tiempo pareció un episodio calcado a otros momentos merengues en Liga de Campeones, con un rival asediando y contabilizando jugadas claras de gol, ante un gigante Thibaut Courtois en su misión de sostener a los suyos.
El primer tanto madridista llegó de madrugonazo en el segundo tiempo (46'), con el hombre moda en 'La Casa Blanca', que no es otro que Kylian Mbappé, que se aprovechó de un pase de Rodrygo, que lo dejó totalmente solo y sin resistencia en la valla visitante.
Un segundo tiempo a lo Real Madrid
Tras ese primer gol de los merengues, alguno pudo pensar que el camino estaba allanado para una fácil victoria, sin embargo, el cuadro alemán adelantó sus líneas y tenía aún cosas que decir en el partido.
Tanto, que al minuto 68' Denis Undav igualó las acciones y puso las manos en la cabeza de los miles de aficionados merengues que se volcaron al recinto de la entidad, sobre todo, que veían como el Stuttgart estaba más cerca de la victoria que sus muchachos de imponer respeto en casa.
Pese a esto, algo más faltaba por ver y no era otra cosa que un enésimo triunfo del conjunto español con sensación de épica, cuando no pasaba lo que Carlo Ancelotti quería ver de sus dirigidos en el compromiso.
Antonio Rüdiger cambió un corner por gol en el ocaso del cotejo (83'), para que luego el brasilero Endrick marcara su primer gol con el Real Madrid y decorara una pizarra más apretada en el juego de lo que, finalmente, se desprendía del marcador.
