Toca repasar la crónica de una temporada excepcional del FC Barcelona, en la que ya sumó a sus vitrinas dos títulos (Supercopa de España y Copa del Rey) y espera añadir en los días por venir La Liga 2024-25, que tiene a tiro con un registro de 82 puntos, por los 75 del Real Madrid.
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Justamente, esa revisión tiene que empezar por el aspecto goleador, que este domingo nuevamente se hizo presente ante los merengues, tras anotar cuatro goles al eterno rival y dejar un registro histórico de 16 tantos al bloque madridista en cuatro clásicos disputados en el curso.
Son números realmente impresionantes, pero que tendrían que ser explicados y diseccionados para encontrar la fórmula a la que atinó Hansi Flick para desarrollar en este Barca una máquina goleadora en los partidos.
Barcelona es más vertical
El conjunto culé sigue atesorando en su juego esa asociación en espacios reducidos y esa intención de tener casi siempre la pelota en su dominio. Eso no ha salido del ADN del equipo, más bien Pedri y Frenkie De Jong han sido embajadores de que esto se mantenga.
Sin embargo, la escuadra blaugrana también desarrolló mucho más en esta campaña el aprovechar los espacios cuando el rival adelanta mucho sus líneas. Incluso, este Barcelona necesita en algunas jugadas muchos menos pases para hacer daño.
Si ven espacios, allá van y direccionan todo. En esto ha sido clave Lamine Yamal y Raphinha, quienes pican al espacio y activan contras de la nada. Allí, una clave de este equipo. Que si tiene que correr con más premura, lo hace.
Lewandowski un afortunado del estilo
Ya cuando dirigía al Bayern Múnich, Hansi Flick demostró ser un entrenador al que le gusta que se metan muchos balones al área. Y en el Barcelona no dejó de incluir esa misma idea. Los distintos movimientos que se van dando en el campo ayudan a que los centros al área sean una constante, que no para durante el juego.
Allí el más favorecido ha sido un Robert Lewandowski, como centro delantero agradece cómo lo buscan y eso se ha reflejado en sus números en la campaña, con 40 goles anotados en 49 cotejos distribuidos entre Champions, liga, Copa del Rey y Supercopa.
Un equipo que juega muy adelantado y presiona muy arriba
Durante la 2024-25 hemos visto a un conjunto culé muy abalanzado hacía el arco contrario, eso los mantiene muy cerca de sus objetivos goleadores. Pero no es lo único que explica su gran temporada goleadora, porque a eso le sumó la presión alta tras pérdida de balón.
Muchos goles han llegado después de una presión en la frontal del rival y eso gracias a que el bloque está muy adelantado, sin demasiadas distancias entre jugadores.
Y aunque es fácil verlo en el análisis, lo difícil para Barcelona estaba en aplicarlo en el terreno de juego y que ahora su registro en esta liga sea de 95 goles a favor. Justo en esto está el mérito de Hansi Flick y su trabajo con jugadores en su mayoría muy jóvenes, como Lamine Yamal (17 años), Pau Cubarsí (18 años), Pedri (22 años), Gavi (20 años), Alejandro Balde (21 años), Gerard Martín (23 años), entre otros.