El Manchester United sufrió otra dura derrota en casa cuando el Machester City logró una victoria por 2-0 en Old Trafford el sábado para plantear más preguntas sobre el futuro de Ole Gunnar Solskjaer.
El gol en propia puerta de Eric Bailly y el disparo de Bernardo Silva al filo del descanso marcaron la diferencia en el marcador.
Pero eso no hizo justicia al abismo entre los equipos, ya que solo una serie de impresionantes atajadas de David de Gea impidieron al United una goleada similar a la humillación de 5-0 que recibió el Liverpool hace menos de dos semanas.
Solskjaer se ganó algo de tiempo con una victoria por 3-0 en Tottenham el fin de semana pasado.
Pero el United ahora ha ganado solo uno de sus últimos seis partidos de la Premier League y podría terminar el día a 11 puntos de la cima de la tabla si el Chelsea vence al Burnley en Stamford Bridge.
El cambio de OGS a un cinco de atrás funcionó muy bien en los Spurs, pero eso se debe mucho al regreso de Raphael Varane de una lesión.
Sin el ganador de la Copa del Mundo de Francia, que sufrió una lesión en el tendón de la corva contra el Atalanta el miércoles, la decisión del noruego de mantener el mismo sistema fracasó rápidamente. Bailly fue incluido por primera vez en la Premier League esta temporada y solo tomó siete minutos para darle al City el comienzo perfecto cuando cortó un centro de Joao Cancelo en su propia meta.
Al borde del final del primer tiempo fue Shaw quien se despistó y no despejó un peligroso balón dentro del área chica y Bernardo Silva entró con todo para marcar el segundo de los celestes.
Sancho inyectó un poco más de ritmo en el ataque del United, pero los locales apenas pudieron soportar la presión, ya que los triángulos de pase del City los dejaron persiguiendo sombras bajo la lluvia de Manchester.
Phil Foden golpeó el poste y Jesús tuvo fuertes apelaciones para que se anulara un penal, ya que el City podría haber ganado fácilmente por un margen mucho más amplio.