Samuel Aldrey
@SamuelAldrey
Dos mentes dedicadas al fútbol ofensivo se enfrentan en Stamford Bridge por tercera vez: Tuchel contra Guardiola. Un partidazo.
Desde que se hizo cargo del Chelsea a finales de enero, Tuchel, ha convertido al equipo de Londres, hasta entonces inestable y regalón, en la maquinaria más hermética del fútbol inglés.
A fuerza de hacer de su área un jardín impracticable, es el equipo que menos toques permite al rival más allá de la línea de 16 metros, el que menos tiros recibe entre los tres palos, y uno de los menos goleado en Premier.
El City lo sabe bien porque las tres veces que se han enfrentado Guardiola ha quedado desesperado al ver cómo le quitaron dos copas; La Champions y la FA Cup.
El Chelsea funciona como un reloj bien engrasado con dos laterales bien abiertos y profundos: Alonso y James. Un mariscal inteligentísimo como Jorginho y dos todoterrenos como Kovaci o Kanté. Ahora con más variantes con Saúl Ñiguez como revulsivo.
Además, esta vez viene con un 9 ‘killer’ como Lukaku que viene dulce con el gol.
Mientras, el City de Pep tiene un nuevo mago: Jack Grealish.
El esquema de Pep con pelota es el soñado 3-1-2-4 con tres centrales, dos laterales largos y un pivoto muy bueno con la pelota para coordinado y enlazar con los volantes ofensivos como De Bruyne, Grealish o Mahrez. Pep, ataca con seis y hasta siete piezas en busca del gol y ante el Chelsea necesita de la creatividad para reventar el búnker de Tuchel.