El entrenador del Manchester City, Pep Guardiola, fue claro y directo al analizar la situación de su equipo en la presente campaña. Incluso si logran cumplir con los objetivos inmediatos, como clasificar a la próxima edición de la UEFA Champions League o ganar la FA Cup, el técnico catalán aseguró que eso no cambiará su valoración general: esta ha sido una temporada decepcionante para los ‘citizens’.
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Guardiola: "La temporada no ha sido buena"
"La temporada no ha sido buena. Mira nuestra Champions League ¿Cuántos partidos ganamos? ¿Uno o dos? Siempre habíamos sido una máquina en eso. No hemos estado bien", lamentó Guardiola en rueda de prensa, dejando en claro que el nivel mostrado, especialmente en competiciones europeas, ha estado muy por debajo de lo que el club exige y acostumbra.
El estratega resaltó que, aunque cumplir con objetivos como clasificarse a la próxima Champions League o alzar la FA Cup frente al Crystal Palace podría minimizar "el daño", no sería suficiente para maquillar el balance de una campaña que considera insatisfactoria. "Clasificarse para la Champions League o ganar la FA Cup, con todo el respeto para el Crystal Palace, no implicaría que la temporada ha sido buena", sentenció.
Dura autocrítica en el Manchester City
La autocrítica de Guardiola marca un punto de inflexión para el futuro inmediato del Manchester City. Con su habitual exigencia, dejó entrever que en los próximos meses se tomarán decisiones importantes en cuanto a planificación y posibles cambios en la plantilla. "El club y yo tenemos que tomar las decisiones correctas para que la próxima temporada sea mejor", añadió, subrayando la necesidad de una profunda reflexión interna.
En los últimos años, el City se ha caracterizado por su dominio tanto en Inglaterra como en Europa, con actuaciones memorables y trofeos que consolidaron su prestigio. Sin embargo, esta campaña ha sido diferente, marcada por inconsistencias, eliminación temprana en Champions y una pelea más apretada de lo habitual en la Premier League.
Guardiola, quien ha elevado los estándares del club desde su llegada, no se conforma con cumplir mínimos. Sus palabras evidencian la presión interna para reconstruir y revitalizar un equipo que, aunque sigue siendo temido, ha mostrado fisuras preocupantes esta temporada.
A falta de que se definan los últimos compromisos, los ojos ya están puestos en el mercado de fichajes y en las decisiones estratégicas que puedan devolver al Manchester City a la senda de la excelencia que Guardiola exige.