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Lo que menos conviene a este Real Madrid es contar con menos efectivos para este inicio de 2024, después de la plaga de lesiones que ha perseguido a los merengues. Sin embargo, es una realidad que tendrán que afrontar su próximo encuentro con otra baja: la de Nacho.
El conjunto blanco regresará a la acción en La Liga el 3 de enero contra su similar del Mallorca y Carlo Ancelotti tiene un nuevo dolor de cabeza en la defensa, con la ahora ausencia del central español, que no estará disponible por la roja que vio en el pasado encuentro frente Alavés, tras la fuerte entrada que protagonizó contra el delantero Samu Omorodion y que el Comité de Competición castigó para este juego.
"Nacho Fernández: un partido de suspensión por producirse de manera violenta con ocasión del juego o como consecuencia directa de algún lance del mismo, con multa accesoria en cuantía de 350 € al club y de 600 € al infractor. (Artículo: 130.1)", citó el comunicado del ente encargado de la decisión.
Sin muchas opciones
Con este escenario el panorama no deja muchas opciones para Carleto, que solo tiene a Rudiger como central natural, mientras sus otros efectivos están en la enfermería del club, como David Alaba y Militao.
En las alternativas que tiene el técnico, seguramente, está formar una zaga como la terminó en el compromiso contra Alavés, con el central alemán acompañado por el mediocampista francés Aurélien Tchouaméni. Eso, al menos, que quiera subir a un canterano para cumplir con esta tarea, como quiso hacerlo en el juego con los azulones, convocando del Castilla a Raúl Asencio, que luego debió desconvocarlo porque el juvenil está inmerso en una investigación judicial por un escándalo sexual.