Martes, 17 de junio, y el Mundial de Clubes sigue el curso de su primera edición con este formato parecido más a lo acostumbrado a la Copa del Mundo de selecciones. La FIFA y el mundo observan detenidamente cada detalle del torneo, en el que el lunar está siendo uno: la asistencia a los estadios.
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El más reciente duelo que se está jugando tiene como protagonistas a River Plate argentino y el Urawa Red Diamonds japonés por el Grupo E, un cotejo que tiene de epicentro al Lumen Field, hogar donde suele jugar el Seattle Sounders.
Lo cierto es que, tal como viene ocurriendo en otros partidos, la asistencia al compromiso no fue un hecho a destacar, salvo en lo negativo por estar más de la mitad de su capacidad de espectadores.
Por ejemplo, estas instalaciones en Seattle tienen extensión para 72 mil personas, pero según reportes el número de almas en el estadio apenas asciende a 30 mil espectadores.
Mundial de Clubes espera el punto de inflexión
El certamen está cerrando su primera vuelta y queda mucho por ver del torneo. Aún el punto de inflexión puede darse a medida que la competición esté ingresando en etapas más cruciales, con enfrentamientos de mayor jerarquía.
Sin embargo, hasta el momento si hay una conclusión es esa, en la que incluso la baja de los precios de las entradas ha sido un factor inmediato como mecanismo de solución a la ausencia en algunos partidos.
Los clubes que han llamado menos la atención del público en Estados Unidos, sorpresivamente, han sido aquellos equipos brasileros. Por ejemplo, basta solo repasar el Palmeiras-Porto, que contó con una entrada de 46.275 personas en un MetLife Stadium con capacidad para 82.500 asientos.
Otra muestra a la vista de la hemeroteca fue el Botafogo con Seattle Sounders, que tuvo unos 30.151 espectadores en el Lumen Field, pese a que el Sounders debió convocar más efectivos por ser su casa en la MLS.
Este recuento no varió mucho para el otro compromiso con presencia brasilera, en la que Flamengo derrotó al Espérance Sportive de Tunis (2-0) y solo ingresaron 25.797 aficionados en el Lincoln Financial Field de Filadelfia (EE.UU), un estadio con espacio para 68.000 espectadores.
Finalmente, el Mundial de Clubes seguirá su camino en busca del campeón y esa es la mejor noticia para la FIFA, que al pasar los días espera que el certamen vaya cobrando mayor interés en el seguidor futbolero.