En el minuto 13 del primer tiempo, el Arsenal ya comenzó a generar peligro directo al arco de Thibaut Courtois con un penalti cobrado por Bukayo Saka que terminó siendo atajado por el guardametas, ante un remate estilo Panenka.
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El penal estuvo plagado de polémica, puesto que derivó de una jugada en la que Asencio tomó de la cintura a Mikel Merino dentro del área pero que no había sido sancionada por el árbitro principal. Pasaron algunos minutos dentro juego hasta que el VAR intervino y llamó al juez a revisar exhaustivamente la acción. En ese momento, decidió concretar la pena máxima a favor del conjunto visitante.
En busca de la épica
En una temporada donde el título de LaLiga parece escapársele, el Real Madrid enfrenta hoy una de esas noches que definen legados. Frente al Arsenal, en el Santiago Bernabéu, con un marcador adverso de 3-0 desde Londres, los merengues no solo luchan por un pase a semifinales de la Champions League, sino también reafirmar su ADN de equipo de “milagros”.
La historia del club está tejida con hazañas imposibles y hoy el escenario pide otra. Remontar esta desventaja salvaría una temporada que no ha sido del todo positiva y sumaría un nuevo capítulo a su leyenda en Europa. Con la liga casi fuera de alcance, la Champions se convierte en el faro que ilumina el camino.
La Copa de Europa es el territorio donde este club reescribe su grandeza. Hoy, otra vez, el Bernabéu espera ser testigo.