El FC Barcelona resultó ganador de la ida de los octavos de final de la Champions League por 0-1, ante el Benfica, después de 90 minutos jugados en el Estadio Da Luz de Portugal. A pesar de lidiar con la expulsión de Pau Cubarsí desde el minuto 22 de la primera mitad, los dirigidos por Hansi Flick fueron capaces de resistir las avanzadas rivales y aprovechar una mala salida rival para marcar el único tanto del compromiso para terminar venciendo.
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El joven español se disputaba un balón largo con Pavlidis y, con la intención de tocar la esférica y eliminar una inminente ocasión de mano a mano con Szczęsny, decidió lanzarse al suelo y no hizo contacto con la pelota sino que derribó al delantero rival, no dejándolo completar la jugada.
Análisis de la jugada de Pau Cubarsí
En medio de la polémica acerca de si debió ser expulsado del encuentro, es menester analizar en frío lo sucedido de la manera más objetiva posible.
Aunque, como prácticamente todas las decisiones arbitrales del fútbol, se trata de un tema interpretativo, la falta de Cubarsí es una que en la gran mayoría de casos hubiese desembocado en el mismo resultado: en la tarjeta roja.
Es cierto que no se trató de un penal, sin embargo, Pavlidis era el último jugador en el ataque del Benfica y, si no terminaba tumbándolo a pocos centímetros de llegar al área, se enfrentaría frente a frente con el portero, con altas probabilidades de terminar marcando. Además, su falta de contacto con la pelota termina de sentenciar la balanza en favor de la decisión arbitral.