La máxima competición de clubes a nivel europeo está a punto de experimentar una transformación radical. A partir de la temporada 2024-2025, la Champions League dejará atrás su tradicional formato de grupos para adoptar un nuevo sistema que promete revolucionar la competencia.
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Adiós a los grupos, hola al sistema suizo
La UEFA ha decidido implementar un sistema suizo, en el que los 36 equipos participantes se enfrentarán a ocho rivales diferentes (cuatro en casa y cuatro fuera) en una única fase. Este nuevo formato garantiza un mínimo de ocho partidos para cada equipo, en comparación con los seis partidos de la fase de grupos actual.
¿Cuándo y cómo funcionará el sorteo?
El sorteo para la primera edición de este nuevo formato se llevará a cabo el jueves 29 de agosto. A diferencia de los sorteos tradicionales, donde se utilizaban bolillas, en esta ocasión será un software especializado el encargado de determinar los enfrentamientos de cada equipo. Este sistema, desarrollado por la empresa AE Live, garantiza una mayor transparencia y objetividad en el proceso.
Para evitar enfrentamientos entre equipos del mismo país o de la misma liga en las primeras rondas, el software establecerá ciertas restricciones. Por ejemplo, en una simulación realizada por la UEFA, el PSG podría enfrentarse a equipos como el Inter, Barcelona, Arsenal, Leverkusen, PSV, Sporting de Portugal, Celtic y Stuttgart.
¿Cuáles son los beneficios de este nuevo formato?
- Mayor emoción desde el primer partido: Al enfrentarse a una mayor variedad de rivales, cada partido tendrá un significado especial y los equipos estarán obligados a dar lo mejor de sí desde el inicio de la competición.
- Más oportunidades para los equipos más pequeños: El nuevo formato brinda a los equipos más pequeños más posibilidades de enfrentarse a los grandes clubes y de avanzar de ronda.
- Mayor equilibrio competitivo: Se espera que el sistema suizo genere una competencia más equilibrada y emocionante, con menos resultados predecibles.
¿Qué desafíos plantea este nuevo formato?
- Mayor carga física: Los equipos deberán afrontar un calendario más exigente, con un mayor número de partidos en un período más corto de tiempo.
- Mayor complejidad en la planificación: Los clubes deberán ajustar su planificación deportiva y logística para adaptarse a un formato de competición más complejo.
- Aumento de la incertidumbre: La eliminación del sorteo tradicional y la introducción del sistema informático pueden generar cierta incertidumbre y suspicacias entre los aficionados.
La UEFA espera que este nuevo formato revitalice la Champions League y la convierta en una competición aún más atractiva para los aficionados de todo el mundo. Aunque aún es pronto para evaluar los resultados a largo plazo, los primeros indicios sugieren que este cambio podría marcar un antes y un después en la historia de la máxima competición europea de clubes.