Lamine Yamal. El nombre en el que Barcelona ha depositado parte del presente y quiere hacerlo para el futuro. Su talento sobre el campo es indiscutible y todo el mundo ya admira a la joven joya de los culés.
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Todo lo anterior ha configurado una situación irremediable para el alto mando azulgrana: Su renovación. Una que, parece, encaminada porque el juvenil quiere seguir con el club que le dio la oportunidad en la élite, pero que no será fácil porque es una decisión coyuntural.
“Lamine va a seguir en el Barça, seguro”, dijo Jorge Mendes, su agente, ante periodistas la semana pasada, tras cerrar una cena con el presidente del club, Joan Laporta, en Lisboa. Sin embargo, esa proclama es la sensación de todos, pero sin algo concreto definido ahora mismo.
¿Por qué es difícil la renovación de Lamine Yamal?
Hoy sobre sus hombros reposan 17 años y en el pasado, en 2023, el cuadro culé le renovó hasta 2026. Y solo tres años, porque la entidad no podía extender el vínculo más allá de tres años por ser menor de edad.
El crecimiento ha sido tanto y Lamine es la figura del club, que desde lo interior saben que deben corresponder ese talento con un gran contrato, pero con la vista también puesta en no desbordar la masa salarial de un juvenil que en cinco años, a penas tendrá 22 años en su carnet de identificación.
La experiencia con Lionel Messi y sus constantes subidas de sueldo son los antecedentes de los que se cuidan en la directiva culé, quienes -a pesar de lo hermético de las negociaciones- se sabe que Deco y Jorge Mendes avanzan para cerrar el acuerdo, orientado a 2030.
Además, Lamine Yamal -que hoy tiene uno de los salarios más bajos del equipo- es de esos jugadores que logran marca mundial y que también ayuda a que los ingresos sean cada vez mayor para la entidad.