Argentina y Messi castigan a Venezuela en la Bombonera

Samuel Aldrey / @SamuelAldrey

La Bombonera fue todo un estruendo con una marea celeste y blanca. Messi alzaba la cara para mirar a las tribunas y los aficionados vociferaban su nombre como una jauría. Sonreía, bromeaba con De Paul y Di María. Esos tres desfiguraron a la Vinotinto de José Pékerman en las entrañas de la Bombonera. 

Una goleada que significa para Pékerman la primera vez en su carrera como entrenador de selecciones  pierde de manera consecutiva dos partidos de Eliminatorias. Nunca le había pasado, como nunca había utilizado un sistema dibujado con el 5-2-3 o el 3-5-2 ( con pelota ). La prueba fue fallida y Venezuela se lleva otra goleada ante Argentina.

Las fallas y los fallos, desatenciones, desconexiones; una moral resquebrajada partido a partido ante cualquier golpe recibido. Es lo que genera tener la tabla de clasificación y sentirte con la losa de la derrota constante en la espalda. Un abismo del cual no se ve salida. 

Venezuela miraba aquel mar argentino, aquella ola venir y sufría. Aún no sabe nadar con Pékerman como todo aprendizaje lleva su tiempo y más hoy ante el temor de volver a repetir los errores de Montevideo, pero ese miedo se presentó desde la alineación. Miedo a jugar, a probar, a ser más. Se guardó Pékerman a los mejores volantes ofensivos y dio cabida a Yangel Herrera, Christian Cásseres y José Martínez, pero el mediocampo no tuvo construcción ni pudo llevar con eficacia la pelota hacia los delanteros que hacían lo que podían. 

Yangel se vio limitado a perseguir la pelota y a Messi en lugar de generar juego / EFE

Josef y Salomón jugaron juntos, pero sin balones para mostrarse poco se puede hablar de ellos. Porque mientras Venezuela no hallaba la forma de desprenderse de la presión Argentina, De Paul empezaba a hacerse dueño del tiempo, Paredes de los espacios y Nico González de la velocidad.

Así tras una rápida recuperación tras pérdida; Paredes habilitó a Rodrygo que filtró en el área ante la floja marca de Makoun un pase hacía Nico que solo tuvo que empujarla en el área chica. Nada que hacer para Wuilker que minutos antes ya había intervenido con una buena atajada.

La reacción de Venezuela llegó después con la única clara del primer tiempo. Pase largo -porque no se podía construir nada- y al saltarse las líneas Cásseres abrió para Salomón que desde la banda envió un buen centro, pero Josef llegó exigido entre Pezzella y Otamendi;  el delantero remató fuera.

La toma de decisión de Josef le jugó en contra y el balón no espera que pienses. Así se desperdició una ocasión para el empate. 

Argentina se fue al descanso con la cabeza en alto por el juego desplegado por todos y Messi alzaba la mirada feliz.

Messi jugó su último partido del año en Argentina. Ahora solo le espera Qatar y la Finalissima ante Italia / EFE

El segundo tiempo tuvo la misma tónica que el primero: Argentina dominaba y todo se aguantaba con andrajos sobre Fariñez que se mostró seguro. Josef tuvo una gran chance de cabeza a los diez minutos, pero otra vez no pudo concretar. 

El que sí concretó fue Ángel Di María que entró e inmediatamente se lanzó una conducción idéntica a la de aquella final del Maracaná a pase de De Paul, pero esta vez recortó hacia adentro entre la marca de Chancellor y Makoun para lanzar una vaselina desde la media luna. Un golazo del jugador del PSG. 

El Fideo después se dio el gusto de asistir a Lionel Messi para hacer el tercer y finiquitar el partido. Finiquitar su eliminatoria en casa e irse a Qatar con una última victoria en su tierra. Además, Leo quebró su sequía de cuatro partidos sin marcarle a Wuilker y a Venezuela. 

Argentina culmina así su paso en las Eliminatorias con un récord de 30 partidos invictos -todavía queda pendiente un partido contra Brasil-.  Venezuela termina con la sensación de que la fe será mejor depositarla en el futuro y pensar en el Mundial del 2026.