Pablo Alejandro Rondón| @PablinhooAlee
CARACAS. La imagen parece repetida, pero nuevamente un portero paraguayo frustró a un futbolista venezolano tras un cobro desde el punto penal, y la maldición se trasladó de Justo Villar a Antony Silva, quien esta vez fue el victimario de Yangel Herrera en una definición de estas características, en la derrota de La Vinotinto 0-1 frente a su par guaraní este martes en Mérida.
Esa detención trajo de vuelta dos fallas de la selección nacional en momentos cumbres, que costaron la pelea por clasificar a un Mundial o un potencial avance a una final de Copa América, hechos ocurridos durante el ciclo de César Farías en 2009 y 2011.
El primero fue en la jornada 17 del ciclo rumbo a Sudáfrica 2010, en un encuentro escenificado en el Centro Total de Entretenimiento Cachamay de Ciudad Guayana. Paraguay ganaba 0-2 y eliminaba a los criollos de la contienda por un boleto al repechaje hacia la cita universal, se disputaba con Uruguay, Ecuador y Colombia, pero Alexander Rondón era derribado en el área a menos de diez minutos para finalizar el tiempo reglamentario.
Entonces, Nicolás Fedor asumió transformar la infracción en gol, pero un manso disparo fue detenido por el experimentado guardameta Villar, quien solo se arrojó hacia su derecha.
Luego vino el descuento por parte del “pequeño”, con una media volea, pero no alcanzó para al menos amarrar ese punto y finalmente, concluyó la aspiración Vinotinto de ir a un Mundial en esa ocasión, pese a quedarse a dos unidades.
No pudo el “Paky”
Pero la cosa no quedó allí, pues en la mejor participación de Venezuela en Copa América también se atravesó Villar para impedir una inédita participación en la final de ese torneo en 2011, con un penalti detenido.
Fue en semifinales, luego de un impactante encuentro que quedó igualado sin goles en Mendoza y de verse en fase de grupos e igualar en un trepidante choque 3-3, la disparidad se dio en tanda de penales.
La Vinotinto estaba 3-2 en contra en la definición, hasta que vino el cobro de Franklin "Paky" Lucena, el cual fue muy colocado y manejable para Villar, quien se lanzó levemente a su derecha para capturar la esférica en sus manos. Luego, Paraguay convirtió los tantos que necesitaba para asegurar su pase.
Estos antecedentes forman parte de un triste y celebre club de fallos contra la “Albirroja”, en el que ingresó el volante del Granada, quien soltó un remate que Silva pudo desviar hacia su izquierda, cuando ya se jugaba tiempo de reposición (90+5) y la derrota estaba en el horizonte del combinado patrio. Así terminó por concretarse.