Hay momentos que definen de qué están hechos ciertos equipos y la tesitura de ese presente revela el nivel de merecimientos que podrá tener a futuro. Contra esto Venezuela tiene un partido el próximo jueves, 14 de noviembre; que inicia en lo psicológico y que podría enviar por viejos derroteros las premisas del pasado.
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Es Brasil el rival. No son palabras menores. Un histórico coloso del mundo y no se descubre nada al decirlo ahora, que solo su nombre pesa como rival en cualquier escenario.
Hay equipos que pierden -de entrada- con escuchar que los cariocas se presentarán a jugar y la Vinotinto tiene que romper con este paradigma en el Estadio Monumental de Maturín.
Se necesita un plan para ganarle a Brasil, desde luego. Uno en táctica, en nombres y en momentos, pero no es lo único; porque todo esto parte desde el convecimiento que pueda tener el grupo dirigido por Fernando "Bocha" Batista.
La Vinotinto: ¿Es un reto ganarle a Brasil? ¿Cómo se hace?
Dijo, recientemente, un viejo conocido de la selección -por el salto de calidad que impuso en el combinado- que "es un reto para los jugadores decirles que hay que salir a ganarle a Brasil".
Ese no es otro que Richard Páez, que en otros tiempos ya lo intentó en múltiples oportunidades. Desde su experiencia y las tantas veces que chocó con ese muro, al frente de un plantel, quizá, más limitado del que ahora tiene la órbita criolla, hoy puede asumir cómo asimila una plantilla de venezolanos la misión de amargar una jornada al pentacampeón del mundo.
A partir de allí, si Venezuela quiere ser merecedora de una clasificación mundialista tiene que salir a proponerle a un equipo como el brasilero repleto de estrellas. No basta con planteamientos conservadores, que se han intentado millones de veces y solo han dado rédito en dos oportunidades (con empates, además).
Hoy la Vinotinto tiene que ser más que eso. Es más, en el pasado tiene un ejemplo de camino a seguir, aquel 7 de junio de 2008, en Estados Unidos, cuando se fue capaz de imponerse a los cariocas (2-0) con un fútbol alegre, sin temores al que dirán y sin miramientos del día después.
Es allí donde hay que verse: en la tapa principal de los medios el 15 de noviembre o en un nuevo lugar en el historial con una nueva derrota para la Vinotinto que pase sin pena ni gloria. El "Bocha" debe decidir: ser valiente o lamentarnos por tres puntos.