Recientemente, el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) ratificó la sanción impuesta por la Comisión de Ética de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) contra el exseleccionador nacional de la Vinotinto Femenina, Kenneth Zseremeta, extendiendo su suspensión a 20 años de toda actividad relacionada con el fútbol. Esta decisión, que también conlleva una multa económica de más de 24.000 dólares, representa un firme compromiso de la FVF con la justicia y la protección de los derechos de las deportistas.
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FVF ya había tomado acciones contra Zseremeta
Las acusaciones que llevaron a esta histórica sanción son graves. Un grupo de 24 futbolistas venezolanas, entre ellas la reconocida Deyna Castellanos, denunció a Zseremeta por abuso sexual, psicológico y físico. Estos testimonios, expuestos públicamente en octubre pasado, llevaron a la FVF a iniciar una investigación, que culminó en la decisión del TAS. La gravedad de estas acusaciones subraya la necesidad urgente de un entorno seguro para nuestras atletas, un objetivo que la FVF se ha propuesto alcanzar.
La resolución del TAS no solo refleja la culpabilidad de Zseremeta, sino que también establece un precedente en el fútbol venezolano. La FVF ha declarado su intención de solicitar a la FIFA que esta sanción se aplique a nivel mundial, lo que significaría que Zseremeta estaría inhabilitado para participar en actividades futbolísticas no solo en Venezuela, sino en cualquier parte del mundo. Este paso es crucial para garantizar que las víctimas de abusos no solo encuentren justicia local, sino que también estén protegidas en el ámbito internacional.
La FVF ha enfatizado su compromiso de erradicar cualquier práctica que amenace la integridad de los deportistas. Esta situación ha llevado a una reestructuración en la forma en que se aborda la protección de las jugadoras, con el objetivo de implementar medidas preventivas que fortalezcan el entorno deportivo.
Además de Zseremeta, su asistente, William Pino, también fue sancionado con una multa de 9.000 dólares y una prohibición de ocho años para involucrarse en el fútbol venezolano. Ambas sanciones subrayan la insistencia de la FVF en tomar medidas enérgicas contra cualquier forma de abuso en el deporte.
A través de un comunicado oficial, la FVF ha reiterado que el apoyo a las víctimas ha sido una prioridad, además de señalar que han trabajado incansablemente para escuchar sus voces y garantizar que se respeten sus derechos. Con la ratificación de esta sanción, la federación no solo se alinea con principios de justicia y equidad, sino que también envía un mensaje claro: el fútbol debe ser un espacio seguro para todos.