Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, ha sido el principal foco de atención en la opinión pública española después de haber realizado gestos obscenos durante la final de la Copa del Mundo Femenina celebrada en Australia, donde España se consagró campeona. Asimismo, ha sido fuertemente criticado después de besar, sin consentimiento previo, los labios de la delantera Jennifer Hermoso.
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Si bien el mandamás del fútbol español publicó un video disculpándose por lo sucedido, este ha sido mal visto por debido a que el ejecutivo no había mostrado arrepentimiento verdadero por sus acciones. Es por esto que Rubiales presionó a Hermoso con la finalidad de grabar un video "explicando lo sucedido", situación en la que también intervino Jorge Bilda, entrenador de la selección española femenil, y donde la jugadora se negó.
El escándalo ha escalado hasta la política, donde la ministra de igualdad del gobierno español Irene Montero cuestionó el acto y lo calificó como "violencia sexual". De igual modo, Pedro Sánchez, presidente del gobierno en funciones, afirmó que la conducta de Rubiales fue "inaceptable".
De igual modo, Yolanda Díaz, vicepresidenta del gobierno en funciones y líder del Movimiento Sumar, denunció al dirigente ante el Consejo Superior Deportivo y solicitó su dimisión inmediata: "las federaciones deportivas están sometidas a Ley del Deporte y el CSD debe actuar para que el machismo no quede impune", publicó Díaz en su cuenta de X (antes Twitter).
Ante la controversia generada por esta situación, la Real Federación Española de Fútbol convocó una asamblea extraordinaria este viernes 25 de agosto en la que el organismo "quiere informar de que están abiertas las diligencias internas de la Federación referentes a asuntos de Integridad", motivo por el cual se especula que podría haber dimisiones dentro del ente rector del fútbol español.