El talento es algo que puede heredarse y una muestra de ello es el volante argentino Federico Redondo, hijo del reconocido exmediocampista del Real Madrid Fernando Redondo, quien, además, fue campeón de América con Argentina en 1993.
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Una muestra de ello fue su anotación en el último minuto para rescatar el empate a tres goles contra la selección paraguaya, cosa que aún deja vivo al cuadro albiceleste de cara a la clasificación olímpica.
A pesar de anotar, el mediocampista argentino se lamenta al no poder obtener la victoria: "No es el resultado que vinimos a buscar. Vinimos a buscar los tres puntos, pero hay que valorar que esto nos deja con vida".
Redondo establece que Argentina fue superior a Paraguay en cuanto a juego, pero recalca la importancia de continuar "ajustando detalles" y "cerrar los partidos", en especial el duelo ante Brasil.
Precisamente, este último duelo es clave en el sueño argentino de competir en unos nuevos Juegos Olímpicos y da una clave para ganar el domingo: "Creo que nos sentimos más cómodos cuando somos los dueños del partido y hay que empezar a hacer que todos los partidos sean así".