Con la victoria de Nueva Zelanda por 3-0 en el Eden Park, la actual generación se une a las de España 1982 y Sudáfrica 2010 como las únicas selecciones neozelandesas que han alcanzado la Copa Mundial. Nueva Caledonia, por su parte, acudirá al Torneo de Repesca de la FIFA y espera hacer historia clasificándose por primera vez.
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Los All Whites venían invictos en sus 27 últimos partidos de clasificación para la OFC, partía como gran favorita, pero se enfrentó a un equipo bien organizado, Les Cagous, que se defendió de forma compacta y bloqueó a los anfitriones durante largos periodos.
Una secuencia dramática a mediados del primer periodo se saldó con tres paradas en medio minuto: un par de despejes en línea de gol de Joseph Athale y una acrobática estirada del guardameta Rocky Nyikeine mantuvieron el marcador intacto cuando los equipos se dirigían al descanso.
Menos de diez minutos después de la reanudación, el capitán Chris Wood se vio obligado a abandonar el terreno de juego. Sin embargo, el veterano defensa central Michael Boxall se encargó de calmarlos al cabecear a la red un saque de esquina botado desde el segundo palo.
El suplente Kosta Barbarouses dobló la ventaja mediado el periodo, al aprovechar un balón bombeado por su compañero Tim Payne y batir a Nyikeine. El longevo delantero sirvió para que Elijah Just, otro suplente, anotara el tercero y asegurara la clasificación.
Felicidad plena
"Tuvimos mucha posesión, pero tuvimos que jugar de otra manera. Hicimos algunos cambios en el descanso y fuimos más adelantados con nuestras carreras y nuestros pases, e hicimos que el partido fuera seguro, pero probablemente no fue tan seguro como todos queríamos", detalló Darren Bazeley, seleccionador de Nueva Zelanda.
"Es mi quinto intento de llegar a un Mundial y estoy muy emocionado y feliz. Estaba teniendo recuerdos de los últimos 15 años; estoy muy feliz de contribuir y ayudar a que el equipo supere la línea", indicó Kosta Barbarouses, delantero de Nueva Zelanda.