Kylian Mbappé marcó un punto de inflexión importante este verano al convertirse en el accionista mayoritario del Stade Malherbe de Caen.Con la adquisición del 80% de las acciones por 15 millones de euros a través de su fondo de inversión, Coalition Capital, el capitán de la selección francesa se embarca en una nueva aventura, esta vez fuera del terreno de juego.
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Esta adquisición permite al campeón del mundo familiarizarse con la gestión del club en un entorno manejable, con un ambicioso proyecto para el fútbol en Normandía. Sin embargo, la historia podría haber sido muy diferente para el delantero del Real Madrid.
Mónaco a un precio demasiado alto para Mbappé
Antes de hacerse con el control del SM Caen, Kylian Mbappé buscaba hacerse con un club prestigioso. Según L'Equipe, estaba interesado en el AS Monaco, club que conoce bien, ya que entrenó allí entre 2013 y 2016. Fue también con la camiseta del ASM con el que el campeón del mundo de 2018 hizo su debut profesional. Tras dos exitosas temporadas con el Mónaco, fichó por una cifra estimada en 180 millones de euros, un traspaso récord para el delantero francés.
Kylian Mbappé intentó comprar el AS Monaco, pero no pudo hacerlo debido al alto precio del club de la Ligue 1. El ex parisino finalmente decidió cambiar su enfoque hacia otro club francés, el SM Caen. La madre de Mbappé, Fayza Lamari, desempeña un papel clave en esta nueva aventura. Cercana a Kylian y con su experiencia, supervisa la gestión del club y realiza numerosas visitas a Caen para establecer relaciones sólidas con los actores locales.
Este primer paso de Kylian Mbappé como inversor demuestra su visión del fútbol más allá de su carrera como jugador. Al sentar sus primeras bases en Normandía, está allanando el camino para nuevas perspectivas en la gestión de clubes, con la mirada puesta ya en el futuro.
