El Santiago Bernabéu, revestido de su nueva piel, se ha convertido en un fortín inexpugnable para el Real Madrid. Conseguir una entrada para ver al equipo blanco en casa se ha convertido en una misión casi imposible, especialmente para los partidos más importantes.
NOTAS RELACIONADAS
El último ejemplo lo encontramos en el encuentro de vuelta de cuartos de final de la Champions League ante el Manchester City, donde las entradas se agotaron antes incluso de que se abriera el plazo para el público general.
Los cerca de 75.000 tickets disponibles para el choque ante el City se vendieron en tiempo récord, gracias a la voracidad de euroabonados, abonados, socios y titulares del carnet madridista premium, quienes disfrutaron de un plazo preferente para la compra de localidades. Incluso las 3.800 entradas asignadas al conjunto inglés encontraron comprador rápidamente.
Este nuevo récord de entradas vendidas confirma la tendencia que se viene observando en el nuevo Bernabéu. Desde su reinauguración, el estadio ha experimentado un notable aumento en la afluencia de público, con llenos absolutos en la mayoría de los partidos. De hecho, el derbi madrileño del pasado mes de febrero ostenta el récord de asistencia, con 76.732 espectadores. Se estima que una vez finalizadas las obras, el aforo del estadio alcanzará los 80.000 espectadores, convirtiéndolo en uno de los más grandes y espectaculares del mundo.
Ni siquiera los precios de las entradas para el encuentro ante el City, que oscilaron entre los 88 y los 312 euros para los socios, han supuesto un impedimento para los aficionados. La ilusión por ver a un equipo en plena forma, plagado de estrellas como Vinicius, Bellingham o Camavinga, unido al atractivo del nuevo Bernabéu, ha creado una atmósfera mágica en el estadio.
Esta "fiebre" por el Real Madrid se refleja en las estadísticas: no ha habido un solo partido en el que no se hayan vendido todas las entradas, y solo la ausencia puntual de algunos abonados ha impedido que el estadio registre un lleno absoluto en todas las ocasiones. En apenas tres partidos al inicio de la temporada, la afluencia de público ha sido inferior a 70.000 espectadores.
El nuevo Bernabéu se ha convertido en un símbolo del madridismo, un lugar donde la pasión por el fútbol se vive con una intensidad única. El estadio, con su imponente cubierta retráctil, su moderna tecnología y su diseño vanguardista, se ha convertido en un espectáculo en sí mismo, un escenario perfecto para que el Real Madrid siga escribiendo su historia de éxitos.
La expectación por el partido ante el Manchester City es máxima. El equipo blanco se juega el pase a las semifinales de la Champions League y el Bernabéu volverá a ser una olla a presión, un aliento constante para los jugadores. La magia del nuevo Bernabéu está lista para rugir una vez más.