El fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) a favor de la Superliga de fútbol ha abierto la puerta a que la competición se pueda organizar. Esta decisión supone un premio para los dos clubes que nunca se desmarcaron del proyecto: el FC Barcelona y el Real Madrid.
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Ambos clubes tienen un bonus de fidelidad que ya se pactó en su día y que según algunas fuentes puede ascender hasta los 1.000 millones de euros. Esta cantidad es un reconocimiento a la perseverancia de Barça y Madrid, que defendieron la Superliga a pesar de las presiones de la UEFA, los gobiernos y otros clubes.
El resto de los fundadores de la Superliga renunciaron al proyecto ante las amenazas. El Inter de Milán fue el único que llegó a un acuerdo con los organizadores y abandonó la sociedad fundadora. El resto, como el Manchester United, el Liverpool o el Chelsea, siguen perteneciendo a la misma, pero sus ligas y federaciones ya se han pronunciado negando su participación en esta misma.
Si la Superliga finalmente acaba tirando hacia delante, la empresa organizadora A22 deberá concretar con los clubs que anunciaron su renuncia si abandonan finalmente la sociedad o no. Si lo hacen, deberán pagar unos 300 millones de euros en concepto de indemnización.
El premio de fidelidad para Barça y Madrid es un reconocimiento a su postura valiente y a su compromiso con el proyecto de la Superliga. La decisión del TJUE abre la puerta a que esta competición se convierta en una realidad. Para el Barcelona significa una inyección económica sumamente importante para un club que necesitaba sanear su economía, mientras que para el club blanco significa una inyección que les permitirá concluir las obras del Santiago Bernabéu y poder competir en el mercado de fichajes con los clubes estado.
Posibles consecuencias del fallo del TJUE
El fallo del TJUE tiene importantes consecuencias para el futuro del fútbol europeo. En primer lugar, supone un duro golpe para la UEFA, que había intentado impedir la creación de la Superliga. En segundo lugar, abre la puerta a que se creen nuevas competiciones europeas de fútbol. La Superliga no es la única competición que ha sido propuesta, y es posible que otros clubes se animen a crear sus propias competiciones si la Superliga tiene éxito. En tercer lugar, podría provocar cambios en las normas de competencia de la Unión Europea. El TJUE ha establecido un precedente al considerar que la UEFA y la FIFA tienen un "abuso de poder dominante". Esto podría llevar a que las autoridades europeas impongan nuevas normas a estas organizaciones.
El futuro del fútbol europeo es incierto, pero el fallo del TJUE ha dado un giro al tablero. La Superliga es una realidad, y los clubes que la apoyaron podrían ser los grandes beneficiados.