La afición del Manchester City respira hondo y celebra con euforia el tan esperado regreso de su pivote estrella, Rodri, quien ha vuelto a pisar un terreno de juego tras una larga y dura recuperación de una rotura de ligamento cruzado en su rodilla.
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El vigente Balón de Oro hizo su reaparición en la victoria de los "Citizens" ante el Bournemouth, en la penúltima fecha de la Premier League, un acontecimiento que marca un antes y un después en la temporada del club.
Han pasado exactamente 240 días desde aquel fatídico momento en que Rodri sufrió la grave lesión que lo apartó de las canchas. Una espera que se ha hecho interminable para el jugador, el cuerpo técnico y, sobre todo, para los seguidores del Manchester City, quienes han extrañado la presencia de su cerebro en el mediocampo.
El impacto de la ausencia de Rodri
La importancia de Rodri en el esquema de Pep Guardiola es incuestionable. Desde su llegada, el mediocampista español se ha consolidado como el eje del Manchester City.
No es casualidad que, desde la lesión de su estrella, el rendimiento del equipo haya experimentado un bajón "impresionante", como bien señalan los aficionados y analistas.
La ausencia de su "ancla" táctica se hizo sentir en cada partido, evidenciando la dependencia que el equipo ha desarrollado en su figura. Los resultados en la liga y en otras competiciones europeas no han sido los esperados, y gran parte de ello se atribuye directamente a la baja del Balón de Oro.
Ahora, con la vuelta de Rodri, el panorama cambia drásticamente. Su ingreso en el partido contra el Bournemouth es más que un simple cambio; es una inyección de moral y una señal de esperanza para la próxima temporada.
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