El Manchester City, bajo la batuta de Pep Guardiola, ha experimentado una notable caída en su rendimiento desde que Rodri Hernández, pieza fundamental en el mediocampo, ganara el Balón de Oro y sufriera una grave lesión de rodilla. La coincidencia de estos dos eventos ha generado diversas especulaciones y análisis sobre la dependencia del equipo en el jugador español y la profundidad de la crisis que atraviesa.
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Rodri se ha consolidado como un jugador clave en el esquema de Guardiola. Su capacidad para recuperar balones, distribuir el juego y aportar equilibrio táctico lo convierten en un elemento insustituible. Su ausencia en el terreno de juego ha dejado un vacío difícil de llenar, afectando significativamente el rendimiento colectivo del equipo.
Balón de Oro, lesión y descenso en el rendimiento
Resulta llamativo que la debacle del Manchester City se haya intensificado justo después de que Rodri recibiera el Balón de Oro y sufriera una grave lesión de rodilla. Si bien la lesión es un factor determinante, la coincidencia con el reconocimiento individual ha alimentado la narrativa de una posible "maldición" o, más probablemente, ha evidenciado la visibilidad de la importancia del español.
Los números del equipo "citizens" desde la lesión de Rodri son alarmantes y si la Premier League hubiera comenzado después de la entrega del Balón de Oro, el City estaría en la última posición de la tabla con tan solo cuatro puntos, muy lejos de los líderes Chelsea, Liverpool, Bournemouth y Arsenal.
El mercado invernal puede ser la clave para cambiar la dinámica
A la espera de la recuperación de Rodri, quien debe superar una rotura de ligamento cruzado de su rodilla; el Manchester City debe acudir urgentemente al mercado invernal para reforzar la plantilla y suplir la baja del pivote español.
Tanto los directivos como el cuerpo técnico de Pep Guardiola necesitan encontrar un jugador que pueda cubrir varias posiciones del mediocampo (pivote, interior y enganche), y que dé más libertad a figuras como Kevin De Bruyne, Bernardo Silva o Phil Foden.