Las declaraciones del delantero paraguayo del Corinthians, Ángel Romero, han puesto de manifiesto una problemática que persiste en el fútbol brasileño: el racismo. El jugador, compañero de equipo de José "Brujo" Martínez, ha expresado su descontento ante las constantes discriminaciones y prejuicios que enfrenta en el país.
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En las últimas horas, el experimentado atacante afirmó que "Brasil es el país con más racimo". Algo que ha quedado evidenciado, no solo en esta temporada, sino en años anteriores, también con la Selección Brasileña en las Eliminatorias Sudamericanas.
Ángel Romero ha denunciado la realidad que vive a diario ante los medios de comunicación. "Yo vivo a diario eso, discriminaciones y preconceptos. Yo tengo orgullo de donde vengo, si me dicen indio yo me siento halagado porque soy de raza guaraní y no es un insulto".
Un problema que trasciende las canchas
Las fuertes palabras de Ángel Romero se suman a una serie de incidentes racistas que han ocurrido en el fútbol brasileño. Jugadores, árbitros y aficionados han sido víctimas de insultos y agresiones, lo que demuestra que el problema va más allá de las canchas y se extiende a la sociedad en general.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades deportivas para combatir el problema, las medidas tomadas hasta el momento parecen insuficientes. El ex Cruz Azul considera que se presta más atención a lo que sucede fuera del país que a los problemas internos, lo que dificulta la erradicación del racismo.
"Yo creo que tienen que arreglar primero las cosas internamente, ellos se preocupan más por lo que pasa afuera, pero aquí son muy racistas entre ellos", señaló.
Llamado a la acción
No cabe dudas, que esto es un llamado a la acción para que se tomen medidas más contundentes contra el racismo en el fútbol brasileño. Es necesario un cambio cultural profundo que promueva el respeto y la igualdad, tanto dentro como fuera de las canchas.
Aunque es importante mencionar, que no solo ocurre en el Brasileirao, sino en múltiples ligas de Sudamérica y Europa; por lo que, la FIFA debe actuar cuanto antes.